“SAMURÁIS” del verbo japonés y antiguo Saburau, que significa <<Servir de ayudante>> y Saburai <<Aquellos que sirven>>, nombres que desde sus inicios se han mantenido, pero que desde el principio solo se conocía entre algunas clases sociales de esa época.
La actitud y posición de estos "sirvientes" en la sociedad nipona, les permitió adquirir progresivamente prestigio y reputación llegando a ser los héroes nacionales. Sus proezas e historias fantásticas, de acciones llenas de Lealtad y Honor (2 de los 7 principios o virtudes de su código); les hicieron ganar el respeto y admiración de la gente humilde de su nación, de sus líderes y amos, de todo el territorio nipón.. .
Inicialmente, fueron los asistentes de los nobles, señores ó Daimyos (Terratenientes), administraban sus propiedades haciendo a su vez las funciones de policías y defensa de sus amos. La mayoría de estos "sirvientes" excepcionales y "Señores de la Guerra" eran en el principio de origen campesino. Después la calidad de vida les mejoró debido a sus poderosos amos, llegando a ser guardias de la burocracia japonesa, posteriormente, reconocidos entre las mismas castas guerreras como: Bushis (guerreros).
SUS INICIOS
El feudalismo como es bien sabido, fue un proceso socio-político que se manifestó en muchas culturas antiguas alrededor del planeta: persas, romanos, egipcios, griegos, escoceses, ingleses, y holandeses...; Todos ellos, formaron gran parte de su historia bajo este proceso de beneficio mutuo. Y el Japón, no escapó a este proceso feudal. Los Daimyos del japón, cedían sus tierras proporcionando comida y paga a sus hombres para que fueran sus vasallos. Éstos vasallos se unían para formar una comunidad cada vez más grande y más poderosa. Aunque todos los ideales debían de ser compartidos en común, y habían varios Daimyos territoriales, siempre existía un líder absoluto, llamado: Shogun, quién gobernaba todo el país nipón.
LOS VERDADEROS MANDATARIOS DEL JAPÓN FEUDAL
Había una desintegración de la autoridad real en el Japón feudal, eclipsando totalmente su organización. El Shogunato era los verdaderos mandatarios y aunque el Japón poseía una dinastía real (emperadores) que gobernaba en teoría, el Bakufu, también llamado así a los Shogunes, eran quiénes realmente tomaban las decisiones nacionales: Que era lo que su país necesitaba, y que les convenían como pueblo.
Ser Samurái implicaba pertenecer a una jerarquía de origen netamente militar, e incluso, dominaron en un momento a todo el Japón, asumiendo el poder administrativo que anteriormente ejercían los emperadores desde kioto.
Clanes y castas de guerreros samuráis fueron y vinieron. Se libraron muchas guerras militares y civiles a lo largo de todo el territorio nipón. Transcurrió casi mil años de conflictos internos, y cambios de poder para llegar a un dominio político total.
A partir de la dinastía Heian (Sociedad imperialmente del Japón. Año 794 D.C) sobrevendrían 3 campañas militares que decidirían el destino de ese país: Los Shogunatos de kamakura, Ashikaga, y por último, de Tokugawa (fue uno de los clanes más poderosos de Japón. Alcanzaron el dominio de Japón durante el período Edo, en donde establecerían su Shogunato, entre 1603 y 1868. Anterior a la restauración Meijí (abolición de los privilegios especiales de los samuráis) y Era Meijí (fin del régimen Shogun), hasta llegar a conformarse décadas después, el gobierno democrático del Japón).
Los Samuráis ó Bushis, fueron los responsables de su cultura, importando arte, caligrafía y creencias religiosas de sus parientes cercanos del oriente. Fueron guerras y batallas entre su misma estirpe para conseguir un mismo pensamiento de gobierno. Ya en el siglo XI, en 1192, comienzo del XII, habían transcurrido muchas luchas épicas y legendarias en la historia del Japón. Todos los conocimientos adoptados, fueron mejorados y pulidos en la Era Kamakura, como un diamante en bruto. Para así, brillar en la historia de toda la humanidad.
El Confucionismo, Budismo y Zen fueron sus religiones principales, al igual que la poesía, la música, caligrafía y pintura. Todas estas facetas alimentaban el día a día de la vida del samurai. Sin embargo existía una a la cual no podían rehusarse, a la cual su esencia era atraída más que nada en su existencia, fue la vía y el sendero que permaneció, y permanecerá por muchos siglos en el Japón... el sendero del espíritu nipón... llamado el Budo o la vía del guerrero... el camino del Bushido, o la caballería japonesa. Es el camino de las artes marciales para la guerra o bujutsu: Iaijutsu, Kyudo, Naginata, defensa y ataque con la mano desnuda empleando técnicas de Jiu jitsu; basta considerar la actual popularidad mundial del Jujutsu (prácticas en variedades técnicas de combate cuerpo a cuerpo y a mano desnuda para la guerra (JUTSU) unificado con el arte de la suavidad (JU) como el: Judo, karate, aikido, kendo, kyudo, etc; que especialmente son adaptaciones y derivaciones modernas para apreciar la continua influencia de los antiguos métodos de combates del samurái.
Durante períodos de disputas e ideales por conquistar todo el Japón, y de procesos de leyes y mandatos; surgió esta organización marcial que llevaría el destino de su gente a la grandeza de la unificación de su nación. Ellos decidieron qué tomar y qué rechazar del mundo exterior para moldear y expandir su cultura con fuertes raíces. Esta estirpe de hombres surgió del poder imperial, eran campesinos y guerreros; exigiendo nuevos derechos, y bienes por sus funciones de servicio.
Netamente desarrollaron un código de vida y aplicaron principios en sus quehaceres diarios que le forjaron su reputación hoy en día.
Por ejemplo, ante de cualquier disputa civil entre pueblerinos o habitantes (del nivel social que fuera), los samuráis eran buscados (por su preparación militar, honorabilidad y de sentido de justicia), como la máxima autoridad, como jueces, policías ý hasta verdugos; en cualquier escenario para dar una solución inmediata a problemas de cualquier índole. (La mayoría de las discusiones terminaban rápido antes de alguien enfrentarse con la muerte inminente, o, como otras situaciones que eran más formales, y conducían al duelo, pero también con el mismo destino... la muerte). "Era preferible encarar la muerte que vivir con la deshonra" era uno de sus ideales principales.
En el próximo post les hablaré de la máxima posesión de un samurái: Su espada, sable o Katana japonesa, conocido también como Shinken. Les hablaré de su símbolo y emblema representado en la Flor de Cerezo; y del ritual ceremonial de su código más famoso el "Seppuku o Harakiri" , el que le permitía morir con honor y limpiar el nombre y apellido de su familia:
"Seppuku" -(Corte del Vientre) ó"Harakiri"-(Abrirse la panza o barriga).
Aunque esta última palabra, es la manera más informal de referirse a la misma acción, es la manera universal por la que fueron reconocidos como grandes guerreros en relatos, como "Los 47 samuráis"(hecho real ocurrido en la Era Tokugawa), o por novelas clásicas de mérito mundial como "El último Samurái" (adaptada a la gran pantalla en varias versiones fílmicas), o "S H O G U N" de James Clavell, excelentísima novela representativa y símbolo occidental de la cultura japonesa, responsable de la famosa serie televisiva de los años 80 del mismo nombre. Por cierto, si están interesados en conseguir el escrito en formato PDF, en el próximo post les indicaré donde descargarlo gratuitamente.
Gracias por leer estas líneas :)
continuará...
