Espero tu visita,
miro al cielo y te extraño.
Veo mi teléfono y siento el ayer,
busco tus palabras en cada paso que doy.
Acciones que hacen que yo me vaya,
decisiones que tomo para alejarte.
No quiero vivir sin ti,
no quiero caminar sin ti.
Sin ti comienzo mi mañana
y sin maña busco un refugio en tus brazos,
refugio que me hace sentir vivo,
refugio que siento como mi hogar.
Palabras que digo sin pensar,
y termino pensando que no debí decirlas;
porque vivo arrepentido de mi ayer,
deseando ir atrás para cambiar lo que me cambió.
No te quiero perder,
porque sin ti no puedo,
sin ti no quiero,
sin ti no sé vivir.
Confieso que tengo temor,
temor de no saber hacer de mi tu hogar,
temor de cometer los mismos daños del pasado,
temor de causar otro dolor en el pecho.
Siento temor,
no quiero perderte y no sé cómo sostener(te).
No quiero vivir mi viaje sin ti,
no quiero ver el cielo y sentirte lejos.
Mi hogar es en tu corazón,
y mi corazón quiere que sea tu hogar,
con vista al mar.
Y sin pensar, pasar mi vida entera allí...
... En nuestro hogar.