Éramos felices y no lo sabíamos, lo sencilloparecía insignificante y hasta los díasajetreados se extrañan, nos duele la ausenciade la mirada, un beso y un cálido abrazo, esalgo de lo cual nos cuesta porque novalorábamos la belleza de lo simple..
Parece que aquel café de las mañanas sabedistinto, aunque su sabor sea el mismo,despertamos con la sensación de que ya nocorre el tiempo para preparar el desayuno, y elllevar a los niños al colegio en estos tiempos yano es un problema, es ahora dondedeberíamos preguntarnos, En verdad, ¿ Sivivimos a plenitud cada pequeño detalle?
Meditémoslo
Ir a la oficina en ocasiones nos mortificaba,tomar el bus o el Transmilenio era catastrófico,tener que salir de nuestro trabajo para seguir
con la universidad era agotador, pero sabennos queda algo de nuestro día a día, y esta enlo simple, en la sonrisa de nuestros hijos, lacompañía de nuestras familias, las charlas,discordias con nuestros compañeros detrabajo, y los pequeños sucesos del valor deltiempo..
Ahora el cine ya no es un teatro, porque la salanos cobija con una película en familia,
(No todo es malo,)
Se quedo atrás el ir al shopping con tusamigos, la cerveza y la infinidad de bailes, cosastan subjetivas que debemos priorizar…
A mi modo de ver encontrarnos a nosotrosmismos e inspeccionar en que estamosfallando es la clave para concluir si hemossido buenos hijos, buenos padres, y sobretodomejores seres humanos, esto es sin lugar a
duda un cambio simbólico que quedaráplasmado por siempre en nuestros corazones
Cuando acabemos este caos, no prometo quelo simple vuelva a ser normal, porqueestaríamos tan vacíos si no diéramos un giropositivo a nuestros demonios.
PD: DESDE EL FONDO DE MI CORAZÓN ESPEROQUE LOGRES ABRAZAR A TUS SERES AMADOS,Y QUE TE AMES TANTO QUE SIEMPREVALORES…
LA BELLEZA DE LO SIMPLE