Esta noche tu recuerdo se hace insoportable. Ya han pasado 425 días desde que fingimos la inexistencia del otro y aunque nos hayamos borrado del teléfono, del mail, de las redes, dime como aprender a borrarnos de nuestros corazones.

No hay un día desde que nos dejamos, que no piense como llevas tu vida sin mi dentro de ella .

Algunas veces, debemos tomar decisiones en contra de nuestras convicciones más fuertes para proteger a otras personas.

No sabes cuanto lamento que una de esas veces, nos haya elegido a nosotros, pero créeme que a pesar del silencio, a pesar de la distancia, a pesar del tiempo, aún te siento parte de mi, tanto, como en aquel día en el parque cuando quemamos nuestro año viejo, deseando con todo nuestro ser, que el mundo conspirara a nuestro favor y vivieramos nuestro amor ante todos.

Seguramente estas palabras ni siquiera lleguen a tus ojos, pero si al leerla, recuerdo la capacidad que tenías sobre mi, de sacar en letras toda la esencia de mi alma, con eso bastará. 

No he vuelto a escribir hasta este momento. Supongo que la inspiración se extinguió al reprimir un sentimiento como el nuestro. Pero hoy... Hoy sucedió algo distinto. 

Me invadieron los recuerdos, la nostalgia y quise leer los pequeños fragmentos de escritos, que en su momento, hice para ti. Mi mente nuevamente me llevo a tus brazos, a tu olor, a tu risa y mira el resultado. Aquí estoy, como en los viejos tiempos escribiendo sin parar, porque cuando dos almas conectan como lo hicimos tú y yo, sobran las palabras para describir el amor. 

Hoy siento que me necesitas. El viento me lo ha susurrado todo el día. Te conozco y me conoces tanto que es imposible obviar esta zozobra que mi corazón grita. Siento que debo contactarte y aunque no te buscaré, estoy segura que mis sentimientos llegarán a ti de alguna forma. Tal vez esta noche te duermas, sueñes que te escribí y sientas como mi alma sigue atada a la tuya