Somos ilógicamente reparables, somos inexplicablemente titilantes.
Dicen que todos tenemos adicciones, adicciones que nos ayudan a sobrellevar las situaciones, encontramos un sentimiento dentro de algo, alguien.
La adicciones son dañinas, por algo catalagamos la palabra adicción como algo malo, detrás de esa puerta con el cartel de "PELIGRO NO ENTRAR" se encuentra eso, eso que nos puede dañar.
¿Por qué hacemos las adicciones dañinas? ¿Por qué en vez de juzgarlo, no lo hacemos algo nuestro, algo único, algo bueno?
Muchos tienen adicciones, unos a las drogas, otros al cigarro, otros alcohol y otros al más letal, puede ser tan bueno como mortal, las personas.
Al aferrarnos a las personas y las vemos como nuestro escape, nuestro pequeño ángel, nuestra estrella, les damos el poder de destruirnos como de construirnos.
Gracias al él, logré ver por qué me quedo siempre en el lugar donde recibo tantos golpes, porque hice una promesa que buscaba solo una cosa, que nunca me abandonen.
Ese sentimiento tan horrible el abandono, he aprendido a lidiar con mi soledad, he aprendido a ignorar el sentimiento de abandono.
Pero, cuando llega alguien que rompe esas barreras que haz creado, todo se va por el caño.
Prometo algo, algo que aún nadie lo ha cumplido pero, espero que alguien lo cumpla.
"Te entrego mi corazón, rompelo, destrúyelo y quémalo pero, por favor no me abandones."
"El mundo se puede venir a bajo pero, siempre estaré aquí"
"Te voy amar siempre, a pesar de que tú corazón le pertenezca a otro, tengo amor suficiente para los dos, puedo recomponer tus piezas porque me has devuelto las esperanzas, los sueños"
Por solo un momento de alegría, por sentir ese sentimiento tan hermoso, muchos les dan su significado más no lo han descubierto y otros, como nosotros que no sabemos su definición.