A penas escuche de sus labios sus próximas intenciones y mi cerebro se paralizó. Por más que intenté preservar la capacidad de entendimiento me sentía a desesperar cayendo en un agujero profundo y sin salida.
No puedo llorar, mis ojos están secos después de largos años de duro entrenamiento en materia de resistencia.
Pero eso no disminuye el dolor.
Casi extraño hacerlo, casi extraño el alivio después de una buena llorada, el entumecimiento del corazón y la mente.
Nuestro cuerpo es muy sabio, sabe como consolarse a sí mismo sin necesidad de ninguna palabra o compasivo contacto exterior.
Entonces de cierta manera si es verdad que no necesitamos de alguien, podemos sobrevivir solos, aunque como es claro es más difícil.
Repito y me vanaglorió de ser una persona solitaria, algo que suelo decir en conversaciones para parecer segura y autosuficiente y de paso sentirme un pelin superior a otros por no demostrar tales atributos.
Pero ahora cuando recibo una noticia así llega la hora de poner tus palabras a prueba .Parte de mi siente que es una especie de castigo ante el ego. El destino juega conmigo y mis palabras.
No soy una experta en nada y no soy mejor que nadie y no tengo la razón absoluta. Bien. Si el universo desea verme admitirlo y aquí estoy. Se acabó la broma. Me rindo. Me equivoqué, me equivoqué, me equivoqué... espero a que se efectúe la magia. Espero. Sigo esperando pero nada ocurre. Esto no es un juego perverso ni una película de Hollywood. No hay vuelta de pagina. Así son las cosas y no queda otra más que resignarse, renunciar y empezar de nuevo.
Aún si no estoy lista para hacerlo. Aún si me quiero aferrar con todas mis fuerzas a algo que no existe más.
¡Carajo! las manos me podrían reventar en sangre por la fiereza con la que sujeto. Sin importarme nada, sin importar que haya sangre y mis manos estén heridas.
Soy demasiado testaruda. Me aferro a él como me aferro a la vida aunque esta irónicamente estuviera acabándose por dicha acción.
Esto sí que es perverso.
¿Porque lo hago? ¿porque tengo una marcada tendencia a la autodestrucción?
¿Porque me falta autoestima? ¿Porque soy tóxica? ¿Por que no puedo amarme?
Después de años de arduo esfuerzo y rachas de alegria, estabilidad, paz y amor pensé que lo había logrado. Pensé que me amaba y que ese amor sería un escudo protector contra lo que cualquiera pudiera desatar en mi. Incluso me había aislado para mayor protección.
¿Y de que me servían largas horas de estudio y reflexión? Siento que he perdido todos los puntos que llevaba y he terminado donde empecé. Con el corazón herido y sin saber de donde agarrarme. Sin amigos, con los labios cosidos ante mi desesperación.
Ahora solo mis letras me acompañan. Las palabras me liberan y me intentan confortar. Las palabras. Mis mejores amigas desde tiempos inmemoriales. A las que les temo y les admiro.
Les temo porque es dicil verse tal cual y aún más ver la verdad por horrible que sea, porque cuando escribes no puedes mentir, no puedes no ser honesta ni maquillar nada.
Te puedes mentir a ti mismo pero a una hoja en blanco imposible.
Cosas poderosas ocurren cuando tomas la pluma (teclado en tiempos modernos). Complejos mecanismos se activan, inexplicables así como antiguos. Una sabiduría que no proviene de ti o quizá si, pero se siente tan vieja e instintiva que no puedes identificarlo como tuya. Muy superior para ser de tu propiedad.
Le puedes mentir al mundo entero pero aquí no hay nadie a quien impresionar, nadie a quien halagar ni caer bien.
No hay realidad. Puedes ser quien tú quieras y eso te permite ser quien eres. Esta es la realidad. Lo demás son solo construcciones.
La parte por la que las admiro es porque son senadoras no hay mejor medicina para un alma que la pluma.
La pluma es amable para cualquiera que esté dispuesta a tener el valor de usarla. Es maternal, es amorosa. Es como la Oprah Winfrey de las actividades: recurre al más básico sentido de la empatía, no impide liberar emociones reprimidas e incómodas por el contrario, las saca a relucir y te acompaña fielmente hasta el final.
Esta bien estar triste, está bien llorar, está bien sufrir.
En eso consiste la frase vivir intensamente. No hace alusión de lanzarse de riscos y edificios. Se refiere a vivir sin reprimir las emociones que se siente. Disfrutarlas. Llorarlas. Padecerlas. Pero nunca negarlas. Vivirlas. Vivirlas sin culpa y después suéltalas ligeramente...
Autor: Carol is love...♡ ♡ ♡