Algo para recordar, algo para olvidar.
No me sigas. No le des me gusta a mis fotos .Borra nuestras conversaciones. No tengo nada de ti y tú prácticamente no tienes nada de mi.
Si estos pequeños detalles desaparecieran para siempre no habría pruebas tangibles de nuestra interacción.
Sin evidencias no hay hechos.
Simplemente nunca existimos, nos hundimos en el océano de cuerpos sin rostro ni nombre, de más de 7700 millones de personas.
Abro los ojos y no estás en mis pensamientos, no espero tu llamada, no sé tú nombre, ni siquiera se pronunciarlo, también ignoro tus lugares favoritos y la épica historia qué hay detrás, lo desconozco todo acerca de tus largos paseos en el bosque invernal, de tu sabor favorito de té y de tu telequinesia para moverme sin siquiera tocarme.
Ni siquiera contaría con el nombre de tu lugar de origen y si lo llegara a saber sería como mera curiosidad geográfica sin ningún anclaje emocional.
¿Crees que pueda hacerlo? Desaparecer los diminutos rastros de nosotros y así alterar la realidad. Reescribir el pasado y volver a ser lo que de cierta forma nunca dejamos de ser.
En este otro hilo de tiempo nada de esto ocurrió, simplemente no paso, ese pequeño roce jamás tuvo lugar.
Tu volverías a tu vida y yo a la mía. Sería tan fácil. Solo imagínalo por un momento. No tienes nada que perder. No he alterado ni un poquito tu vida.
No hay manera que me cuele en tu cabeza, mi paso por tu existencia no ha aportado nada, ningún solo detalle en ella que te devuelva a mi.
Pude ser yo, pudo ser cualquier otra. No hay nada vinculado ni relacionado conmigo. Ninguna canción especial. Ninguna historia divertida, triste, tierna o de cualquier otro estilo. Ningún cambio permanente. No he alterado en nada tus opiniones, ni tus conceptos y tampoco has aprendido nada de mi.
Solo una más de los hologramas que vienen y van, de los que conoces y les das la mano y la mueves mecánicamente, sonríes sin mirar a los ojos y diez minutos después no sabes como dirigirte porque has olvidado su nombre tan pronto como lo has oído.
Porque algunas personas son para memorizar y quedarse secretamente con un cachito para después, con su aroma, tacto y gusto con el fin de reconstruir infinitas veces.
Algunas voces son para aprender y oír una y otra vez en tu mente.
Algunos olores para buscarlos en multitudes y voltear muy rápido porque la razón no ha sido tan rápida como el anhelo y te dice que está, que está a solo un paso y lo único que debes hacer es voltear.
Algunas mentes son para agradecer porque debido a su obstinación abren nuevas perspectivas y ya el mundo nunca vuelve a ser igual, no tiene los mismos colores, no tienes los mismos fines, ahora las cosas aburridas se han envuelto en un nuevo halo de sorpresa y las placenteras y excitantes han perdido el brillo y la emoción. La adrenalina ha acabado lo que tenía que hacer y ahora se muda de departamento.
Algunas personas son para largos análisis e hipótesis, para estudios con microscopio y exigen aprendizaje detallado, requieren total concentración y mayor retención, no se vaya a pasar algo por alto y luego no se tenga como recrear paso a paso la fórmula magistral antes de dormir.
Antes de dormir, comer, desayunar y cenar porque me alimentas el pecho el estómago y la piel.
No vaya a ser que el tiempo te robe de mis dedos dolorosamente y te desvanezcas pieza a pieza y al final me quede con un muy vago recuerdo tuyo, con un retrato que te deforma y no te hace justicia.
Si, algunas personas son para rendir culto y honor día a día y otras... como nosotros para perdernos en la niebla para siempre.
Carol is love ♥ ♥ ♥
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