Querida mamá y querido papá:
Lamento no haberme despedido en persona, me duele mucho más el tener que abandonarlos, sé que ustedes junto a mi hermanito me necesitan para sobrevivir en este mundo sombrío, pero fui llamado por el otro lado y ya no puedo apagar esta llama que vibra en mí, también sé que otros que han partido al ser llamado, nunca han vuelto y todos los dan por muertos, pero ¡Yo lo he visto! Yo puedo sentir que es real y en mis sueños he visto el camino, les prometo que…
Tuve que dejar mi carta a medio terminar, a causa de los Toquidian, una mutación de jabalí y humano, una raza muy violenta que acatan los dictámenes de Vatarsquion, el despiadado gobernante que nos sumió en la miseria, desesperación constante y otras cuantas desdichas.
Tomé rápidamente la carta la cual enrollé y guardé en un escondite que hay en la mesa de diario, escasos minutos tuve para salir de lo que llamamos casa, no son más que unos cuantos palos parados con cartones y plásticos que encierran el perímetro, estos nos protegen del constante frio y oscuridad de este lugar.
Intento correr a todo lo que dan mis pies, mientas una pena inmensa nubla mi vista, cada paso que doy me cuesta más que el anterior, intento secar mis lágrimas para no tropezarme. Desde aquí se escucha como despedazan lo que fue mi hogar, la impotencia me invade, quiero detenerme, volver y entregarme, asumiendo mi culpa y el castigo correspondiente.
¡Solo sigue adelante! – susurró una dulce voz en mi cabeza –
Calmé mis sentimientos, dejé razonar a mi cerebro, como escarbando la solución… ¡Mierda! Vienen por mí, veo a lo lejos como los Toquidian, arriba de sus naves vienen en esta dirección, solo atiné a quitarme los zapatos y me puse a correr, nunca antes me había dado cuenta que eran de plomo, ahora siento que puedo volar, adelante mío veo formarse una tormenta de arena y aprovechando lo tenue que es siempre el sol aquí ¡lograré esconderme! ¿Detrás de una roca?… es muy obvio, tal vez… ¡Mmm! Solo necesito… cada vez están más cerca ¡Tengo que pensar rápido! ¡Piensa! ¡Piensa! ¡Ese árbol! No… ¡Solo respira!
¡Solo cúbrete con la arena! – susurró la dulce voz –
Fue un alivio saber que estoy acompañado, saber que voy a salir bien de esto .
¡Sigan buscando! – Gritaba el comandante y otros Toquidian –
¡Creo que por aquí vi algo! – Gritaba uno –
¡No, por acá! Estoy seguro – replicaba otro –
Podía sentir unos pasos cerca de mí, yo intentaba no respirar, solo le rogaba a dios y a esa voz que los Toquidian, se fueran a otro lugar.
¡Es imposible que ese gusano se escape! ¡No dejen de buscar! Si Vatarsquion, se entera que otro esclavo se escapó, nos va a cortar la cabeza – Dijo el comandante –
¡La Cabeza de Carso, vale poco! – dijo uno –
¡Mira quién habla! – protestó el aludido –
¡Basta! Busquen al esclavo o los dos van a perecer en la hoguera – advirtió el comandante-
Ahí me mantuve, apenas respirando, conteniendo mis pensamientos, mis sentimientos, por un instante dejé de sentir ruido, mi nerviosismo me ordenaba moverme, pero aquella voz me previno que el peligro aún estaba cerca, comenzó a caer la noche, mi cuerpo se comenzó a estremecer, el frio comenzaba a calar mis huesos, el sueño se apoderaba de mí.
¡Ya es hora! Tienes que moverte, duerme de día y viaja por la noche, para mantenerte caliente, siempre sigue tus instintos, ellos saben el camino – dijo la voz en mi cabeza -
Medio aturdido comencé a moverme, me era difícil con toda esa arena encima, una vez que conseguí estar de pie, estaba más confundido.
¡No logro recordar de dónde venía! – dije hablando solo – ¡Solo sigue tus instintos! – me respondí solo – ¿Pero qué hago? – me cuestioné en voz alta –
Solo sigue tus instintos, solo sigue tus instintos, solo sigue tus instintos. Comencé a correr en círculo mientas repetía esto una y otra vez, me ayudó a calmar mis pensamientos, a lo lejos divisé un destello.
¿Será una señal?
Solo sigue tus instintos… volví a repetir, una pregunta me surgió de la nada ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando viste el destello? ¡Mmm! Una señal, eso pensé… ¡Eso es el instinto! – me dije - ¡Es ridículo, Llevo unas horas fuera de mi casa y ya me estoy volviendo loco!
Miré atentamente el cielo, para memorizar el orden de las estrellas y así seguir mi ruta. Tres noches parecieron una vida, caminé con tormentas de arenas, una noche sin luna, solo con la poca agua que lograba recolectar, a esta altura mi estómago pedía algo más que solo agua, en mi casa tampoco había mucha comida, pero una sopa de pan añejo siempre calentaba el cuerpo, más acompañado del amor de mi familia sentía que podía con todo ese sufrimiento, ahora solo aquí, me cuestiono si fue buena idea perder lo poco que tenía, por esto que no es nada. La voz hace días que no dice nada, mi débil cuerpo solo me pide descansar, mientras mi instinto me anima a continuar, esta pelea que a ratos tengo conmigo mismo, es como si diez personas vivieran en mí y no logran nunca colocarse de acuerdo.
Creo que los Toquidian, ya no me buscan, hace dos días que dejé de escucharlos, varias veces pasaron a centímetros de mí, y yo quieto sin mover ni un músculo, manteniendo la imagen de mis padres y mi hermanito en mi mente, es por mí y por ellos que emprendí esta loca aventura, tal vez solo sea un sueño, que un día tuve, pero ya haber llegado hasta aquí me hace sentirme como un campeón, es una extraña y paradójica sensación, es como un regocijo que aviva mi cuerpo para continuar a pesar de todo, este cansancio que siento es muy distinto al cansancio de trabajar 16 horas seguidas, como dijo la voz, mi instinto me guía e indica secretos que parecen estar en el aire o la naturaleza, cosas que son tan obvias y aún así nunca antes vi.
Ha comenzado a caer la noche, el frio ha comenzado ha calar mis huesos, es hora de moverme al origen del destello… llevo como 3 horas caminando y he llegado a una especie de muro espejo, se refleja el desierto tras de mí, pero… yo no me reflejo, me cuestiono lo que veo, pero mi instinto hace mover mi mano, es como una clase de cristal líquido que se desliza por mis dedos, retiro mi mano para comprobar que se encuentra en perfecta condición, la vuelvo a introducir esta vez hasta el codo, puedo sentir como fluye. ¡Bien ha llegado la hora! – dije en voz alta, para alentarme a atravesar esa cortina líquida - ¡He llegado hasta aquí y no es hora de renunciar!... poco a poco comienzo a cruzar, puedo sentir como el líquido fluye y baja, aunque no me moja, pensé que era una especie de cortina pero no, estoy completamente sumergido, esta es una sensación totalmente distinta, nada a lo antes conocido, si conociera eso que llaman mar tal vez podría decir si es eso, pero, no lo creo, esta sustancia fluye, pero no es tan ligera como el agua, estoy dejando de pensar o eso intento para ver que sucede, por milésimas de segundos siento que floto, pero los pensamientos y la ansiedad me atacan y siento otra vez tener pies de plomo, que me llevan hasta el fondo. Perdí la noción del tiempo, ya no sé cuanto tiempo llevo aquí, he caminado y no logro encontrar una salida, me siento esperanzado, sé que lo lograré, saldré de aquí, pero los pensamientos de desesperación, me persiguen y no quieren abandonarme, igual es difícil despegarme de ellos, están conmigo desde que nací, pero sé que los tengo que soltar si quiero salir de aquí, si quiero llegar al lugar de donde fui llamado y siento que es al que pertenezco, la voz dijo que siga mis instintos y eso he hecho por los últimos… no sé cuánto tiempo llevo ¿y si me quedo aquí eternamente? No, se lo prometí a mis padres ¿Y si ese lugar no existe? ¿Y si me demoro tanto tiempo en llegar, tal vez nunca pueda ayudarles como prometí? ¿Y si ya estoy muerto y aún no lo sé? ¿Y si…? ¡BASTA! ¡Yo sé que es real, lo he visto! Solo salgan de mí, yo sé que me han acompañado mil años y más, solo que ya es hora que los deje ir, es hora que estas nuevas emociones tomen las riendas de mis pensamientos y aprender cosas nuevas, es hora de terminar con esta relación tóxica que… con esta manera de vivir, es hora de poder ser feliz haciendo aquello que era mi propósito en este mundo, lugar e instante… en este proceso de limpieza mental me quedé… no sé cuánto tiempo, estuve con los ojos cerrados todo el proceso, mi cuerpo tuvo una reacción al cambio lo que me hizo abrir los ojos ¡OOOOH! ¿Esto es real? ¿En qué momento salí de allí? ¿Si cierro los ojos y los vuelvo abrir, seguiré estando acá? ¿Estoy soñando? ¿Tal vez estoy muerto y esto es el cielo?
¡Bienvenido! Nos agrada recibirte y que al fin estés acá, yo soy Eypril.
¿Eres tú? ¿Tú eres la voz? – dije todo eufórico, me tocaba la cabeza, estaba atónito, todo esto era real –
Calma, solo tómate tu tiempo – dijo ella con su voz angelical –
¿Es qué…? ¡Ay! ¡Esto es…! – decía yo sin poder hilar una sola frase –
Sí, todo esto es real, eres mi elegido y te he llamado porque vi que tienes el poder necesario para cambiar tu realidad, te atreviste a soñar a pesar de las situaciones, siempre sentiste que había otra forma de vivir y eso es real, aunque no es en esta fase.
¡AAA! ¿Cómo? – balbuceé, dudoso – Todo lo que pasé no valió la pena…
¡Claro que sí! – es más que seguro que mi cara se desfiguró - ¡Tranquilo! Leo tu mente, sé todo de ti.
¿Todo?
Sí todo – sonrió – por eso fuiste mi elegido, ya te traje hasta aquí, y ese lugar donde todos tus sueños se cumplen con solo el poder de tus pensamientos es innegable, ese lugar donde prácticamente eres un dios y solo conoces la grandeza del universo está prácticamente a unos pasos de ti…
Llévame, anda dale, muéstramelo – el dije, mientas le jalaba el brazo –
Calma, un paso a la vez, supiste que hay un mundo mejor, ya quisiste ir por él, ya saliste de tu zona de confort, ya aprendiste a seguir tu instinto, ya aprendiste a soltar todo lo que no te sirve…
¿Entonces, ya estoy listo?
No, aún no – dijo ella, con su plácida voz – Estás en una fase intermedia, en esta fase es de entrenamiento, se te enseñarán todas las herramientas necesarias para que pases tu última prueba, una vez que la superes, todo el universo estará a tus pies.
Aquello no me hizo muy feliz, yo pensaba que todo lo que había pasado era mi prueba para demostrar, que yo podía ser parte del nuevo mundo, pero al parecer todo lo pasado, era solo un pre ensayo. Aquí hay bastante luz, nada parecido al frio en casa. Eypril, me llevó a un habitación, la cual posee baño propio, me ordenó bañarme, cambiarme de ropa y descansar, que al día siguiente ella me explicaría en que consiste el entrenamiento y todas las reglas, debo reconocer que nunca en mi vida había dormido tan plácidamente, nunca había dormido en un colchón, menos en algo tan suave y esponjoso que se amoldara a mi cuerpo, solo coloqué mi cabeza ahí y no supe más de nada, estaba tan agotado…
¡Kamar! ¡Kamar! ¡Vamos Kamar! es hora de despertar – dijo Eypril – tienes que entrenar, no hay tiempo que perder, así que arriba, sal de esa cama, tienes un minuto, te espero afuera – dijo y salió de la habitación –
Intuí que no podía perder tiempo en vanidades, tengo que conseguir esto para ir por mi familia, al salir de la habitación, estaba Eypril, con una gran sonrisa, no supe si estar tranquilo o preocupado.
Bien, en este espacio es el comedor, aquí todos venimos a alimentarnos – entramos y vi a mucha gente, de distintos mundo y especies, nunca me imaginé que existieran – en esta otra habitación es para entrenamiento físico, en este ambiente es para entrenar la mente, y finalmente en este lugar es para entrenar el alma.
¿El alma? – le interrumpí –
Sí, tu alma, es necesaria… en realidad estos tres aspectos son imprescindible hay que entrenarlos y nivelarlos, antes de ir por tu prueba final…
¿Qué es eso de la prueba final? La has nombrado varias veces.
Es un proceso muy individual, para cada participante es distinto…
¿Esto es un juego? – interferí –
No exactamente, pero si las pruebas ponen en juego tus miedos, tus experiencias de vida, todo aquello que está en tu mente.
¿Por qué?
La idea es comprobar que has aprendido, que has evolucionado y que nunca más vas a volver atrás, es comprobar que eres el absoluto dueño de tu poder.
¿Hay gente que fracasa?
Sí y eso lamentablemente pasa más seguido de lo que nosotros quisiéramos, es todo por la ansiedad que algunos sufren y se marchan antes de estar listo, así que tú como mi aprendiz debes entender que puedes estar aquí todo el tiempo que sea necesario, solo que no tienes que acostumbrarte a este lugar, aunque podrías quedarte a vivir aquí eternamente, no es la idea.
Entiendo – dije estando muy seguro –
En cada uno de los cubículos me esforcé en aprender y en aplicar ese conocimiento, aprendí a alimentar mi cuerpo, mi mente y mi alma, a fortalecer mi cuerpo, mi mente y mi alma, extraño mucho a mis padres y a mi hermanito, pero están clavados en el centro de mi mente, y siempre los tengo presente, son mi principal motivación, pero aquí aprendí algo que nunca antes percibí notoriamente, por mucho amor que tenga a mi familia todo esto lo hago en primer lugar por mí, si dejo mi propio ser de lado, fracaso. Me enseñaron a que si estoy en paz conmigo mismo, nunca me sentiré solo, no seré vulnerable a los ataques, podré pararme tantas veces como sea necesario, me enseñaron que amarme, es más allá de decir me amo, es apreciar mi vida, mi cuerpo, mi mente, mi alma, a cuidarlas, a alimentarlas correctamente a cada una, me enseñaron que el positivismo es mucho más que encontrar lindo el nuevo día, es saber que todo tiene su lado bueno y malo, que depende de uno ver lo bueno, aferrarse a ello y avanzar. Aprendí que amar es lo más bello del mundo, es lo que mueve el mundo, pero para amar, primero importa el amor propio, así puedo encontrar lo bueno de las cosas, así puedo confiar en que existe un propio dios en mí, y por lo mismo puedo ser el creador de mi mundo, he aprendido tantas cosas, que en la vida concedí lugar a su existencia, pero ahí estaban a un paso de mí, aprendí a ser agradecido de todo, universalmente de todo, el todo es parte del uno y el uno parte del todo, y tanto cada uno como el todo forman parte de lo que soy, de lo que seré. Al principio me sentía aturdido con toda esta información, pero poco a poco, al ir interiorizando todo en mí, todo en uno, yo lo he ido dominando, yo el uno he ido empampándome del universo.
¡Hola! Soy Cris – dijo, mientras se sentaba a mi lado, en el comedor, era un joven alto para su edad, bastante macizo – parece que estás muy concentrado en tus pensamientos.
Sí, estaba pensando en lo que he aprendido.
¿Cuánto tiempo llevas aquí?
Como dos meses, veo que tú llevas mucho tiempo aquí.
No, acabo de llegar, de hecho, mi mentor me mandó a dormir, pero yo no podía dormirme con el estómago vacío, así que vine por una merienda – dijo él -
Yo habría jurado que llevas años aquí, todos los que he conocido con tu contextura física llevan mucho, mucho tiempo aquí – le dije, y me sentí torpe, por prejuzgarlo, eso me demostraba que aún no estaba listo, para marcharme de este lugar –
Tranquilo, tuve la fortuna de nacer en un lugar donde la comida abunda.
¿Entonces? – dije confundido –
Para ser llamado al otro lado, al paraíso, así lo llamo yo, no es necesario haber nacido en un lugar pobre, si no, más bien en un lugar limitante, restringido por las normas o creencias.
Interesante – dije asombrado –
Desde que había llegado acá, solo había estado enfocado en aprender, que no tuve tiempo para hacer amistades, pero desde ese momento me di cuenta que hay que alimentar todas las áreas de la vida, con Cris, comenzamos a entrenar juntos, nos fuimos apoyando, analizando, aconsejando. Nos contamos como fueron nuestras vidas antes de llegar aquí. Mi cuerpo pasó de una extremada delgadez a un cuerpo fuerte, tonificado, con algunos músculos, el cuerpo de Cris, pasó de Macizo flácido, a un cuerpo bastante parecido al mío, equilibramos nuestros cuerpos. Cris, me enseñó la religión que practicaban en su tierra, la cual era muy distinta a la mía, pero creo que tienen la misma base, que es confiar y amar al dios, y aquí nos enseñaron que en cada uno existe un dios, que podemos tener un poder infinito y creador. Su mente era muy distinta a la mía, él sonreía fácilmente, le gustaba leer y absorber conocimiento. Llegó un día donde los dos dijimos que estábamos listo para hacer la prueba final.
Con Cris, decidimos hacer la prueba juntos, así que les avisamos a nuestros mentores y ellos hicieron los preparativos para nuestra partida.
¡Bien muchachos! Llegó la etapa final, desde aquí en adelante estarán solos, aunque partan este viaje juntos, es muy posible que en la vía se separen – dijo Logan, el mentor de Cris –
Los hemos entrenado, y sabemos que están listos, solo no olviden que vivirán cosas que harán quebrar su voluntad y su fe – dijo Eypril –
Nos dieron un abrazo fuerte y apretado a cada uno, nos pasaron nuestras provisiones y emprendimos el viaje, el sol era cálido, la suave brisa traía consigo el aroma de nuestras familias. Caminamos por el sendero que se nos señaló, caminamos por horas y horas sin encontrar nada, armamos un campamento para pasar la noche ahí, a la mañana siguiente nos colocamos en marcha otra vez, caminamos por horas, ya a esta altura creíamos que todo era una mala broma, que solo estamos en una especie de bosque donde no había nada de nada, y sí, así fue, porque caminamos por tres días más, sin ninguna variación. En la mañana del quinto día, decidimos devolvernos, era claro que no íbamos a ningún lugar, para que seguir, pero a lo lejos me pareció oír la nave de los Toquidian, por un momento creí que solo era una ilusión mía, pero Cris, también lo oyó, nos echamos a correr a la máxima velocidad que daban nuestros pies, pensé, ellos me han rastreado y finalmente daban conmigo, la verdad que en mí no existía ninguna gana de volver a ese sitio, encontramos un árbol muy antiguo su tronco era muy grueso, así que decidimos escalarlo, para ver de dónde provenía ese ruido, llegamos a la copa del árbol y no logramos ver nada, solo un infinito bosque, sin saber que hacer nos quedamos ahí, llegó la noche, no hubo luna para nosotros, solo los sonidos de la frondosidad, ya en el sexto día, nuestras provisiones comenzaban a escasear, seguíamos por el sendero inicial, nuestros planes de devolvernos fueron estropeados por los Toquidian, en el décimo día nuestra comida se agotó, hemos adquirido agua del rocío de la mañana, pero era insuficiente para mantenernos bien hidratados, ya a esta altura nuestro espíritu comenzaba a flaquear, intentábamos colocar en práctica lo aprendido, pero no entendíamos que era lo que sucedía, porque en realidad no pasaba nada. Completamos dos semanas en este lugar y en serio que es un bosque eterno, recordé algo que dijo Eypril, sobre que el universo nos da lo que pedimos si estábamos en la frecuencia, y nosotros solo deseábamos poder comer, creo que en ese momento estábamos en la frecuencia de la desesperación, del miedo, temíamos que la trampa era que no había paraíso, cada animal que veíamos y decidíamos cazar se escapaba, era simplemente una broma del universo. Nuestras mentes comenzaron a divagar, nuestros cuerpos se encontraban cansados, sinceramente creíamos que la muerte nos llegaría en cualquier momento. Ahora sinceramente no entiendo porque llegamos a ese punto, todo aquello que vivíamos era contradictorio a lo que nos enseñaron. Era el día 16 mientras dormía tuve un sueño con mi hermanito, este me decía, recuerda que siempre te voy amar, aunque ya no estés en este mundo, y él en el sueño se desvanecía. Desperté de una sacudida, recordé cual era el objetivo que me hizo llegar tan lejos, y luego de eso recordé que yo soy el ser más valioso de este mundo, desperté a Cris, y le dije que ya sabía lo que teníamos que hacer, aunque en realidad no tenía idea, pero le iba a ser caso a Eypril, seguiría mi instinto más todo aquello que aprendí, mientras estaba en el entrenamiento.
¿También lo viste? – preguntó él –
¿A mi hermano?
No ¿Al paraíso? – negué con la cabeza – estaba soñando que llegábamos al paraíso –
Está bien, llegaremos, estoy seguro de eso, ahora tenemos que movernos.
En ese momento mi mente, mi cuerpo y mi alma estaban renovados, pero no sé si estaban listos para lo que vendría después…
Acababa de amanecer, pero de repente todo se volvió oscuro, el sol desapareció, la tierra comenzó a moverse como en un terremoto, se oía los chillidos asustado de los animales, a duras penas nos manteníamos de pies, nuestros cuerpos se tambaleaban.
Está bien – dije – Cris, solo sentémonos y respiremos…
¿Qué? – dijo Cris, despavorido – ¿Estás loco?
Lo logré convencer, nos sentamos y comenzamos a respirar lentamente, sentía como nuestros cuerpos comenzaban a vibrar, todo a nuestro alrededor volvió a la calma.
Solo deseo poder comer – dijo Cris –
Abrimos los ojos por que sentimos un ruido extraño, era un bello ciervo que se nos acercó, a duras penas llegó donde nosotros, tenia dos patas lastimadas. Nos miramos y asentimos con la cabeza, tomé el cuchillo y se lo enterré en el corazón, mientras lo hacía dábamos gracias al universo por aquel regalo, en lo que comíamos caímos en cuenta de cómo colocar en práctica lo que nos enseñaron, nos colocamos a reír como dos críos, por todo el tiempo que habíamos perdido, nos sentíamos dos tontos por olvidar todo, pero muchas veces parece que caemos en viajas prácticas. Nos dispusimos a seguir con nuestro viaje, creo que teníamos dos kilómetros recorrido cuando de la nada aparecieron los Toquidian, me capturaron en una red, me subieron a una nave y emprendieron el viaje, vi como Cris, se quedó solo, corriendo detrás de nosotros sin lograr alcanzarnos, intenté cerrar los ojos y respirar, lo intenté tantas veces sin lograrlo, de pura frustración grité con toda la fuerza que pude, y dije: “Yo no voy a volver”. Ellos no pararon de bromear, simplemente me dejé caer, suspendido en el aire, comencé a respirar y a decir “Soy libre”, espontáneamente estaba en una interminable caída libre, respiré otra vez y ahora dije “Estoy en un lugar seguro”, y caí en un lago, ¡Es una broma! No sé nadar, antes de hundirme volví a respirar con calma y pensé que estaba en un campo de flores, a los segundos estaba ahí, estoy con mi madre, pensé. Y está vez no pasó nada. ¡No funciona así! Dijo mi hermanito, corriendo entre las flores, ¡Espera! ¿A qué te refieres? Sali corriendo tras de él y vi como se convertía en un león, me asuste tanto que tropecé al retroceder sobre mis pasos, este se abalanzó sobre mí, el intenso ruido que hizo frente de mi cara me dejó pasmado, cerré fuertemente los ojos, y pensé en que solo era un gran canino que se contentaba de verme después de tanto tiempo, al abrir los ojos, tenía sobre mí un gran cachorro que solo quería jugar, le dije “buen muchacho”, acaricié su cabeza y lo invité a que me acompañara en mi viaje, fue un buen compañero de viaje, hasta que los Toquidian, volvieron y lo hirieron de muerte, estaba tan molesto hasta el punto de decir basta, decidí pelear con ellos, parar de una vez por toda sacarlos de mi vida, en mi entrenamiento era muy bueno con los palos de Bojutsu, así que me concentré que en cada una de mis manos poseía uno, comencé a pelear con cada uno de los Toquidian, era algo tan extraño, a medida que me deshacía de uno aparecían dos, ya estaba peleando con diez y en ese momento entendí que esa no era la forma en que iba a eliminarlos, cerré mis ojos, buscando la solución en mi mente, sentía como ellos me acorralaban, comenzaron a golpearme. ¿Cuál es su punto débil? Me pregunté, con cada golpe, sentía que mi paz interna crecía, de a poco los golpes dejaron de doler, me hice inmune, ellos se dieron cuenta de esto, y dejaron de golpearme.
¡Anda cobarde! ¡Levántate y pelea como un hombre! – dijeron ellos muy molestos –
¡No! Ya no les tengo miedo, y ustedes ya no pueden lastimarme – dije en un tono sereno –
Respiré conscientemente, pensando que aquellos seres se volvían miniaturas hasta el punto de desaparecer. Me pregunté si eso era el final de la prueba, obvio, tenia que preguntar, para que algo peor pasara, y que podía ser peor que los Toquidian, yo mismo, una versión mía llena de rabia, ira, un ser totalmente oscuro, muy maligno, con ganas de matar al mundo porque no le ha dado lo que él creía que se merecía. ¿Y ahora como me venceré? Cada movimiento que yo hacía mi otro yo también lo hacía, por un segundo pensé que esto sería lo más difícil de superar, ¿Pero, si hace todo lo que yo hago, podría enseñarle lo que he aprendido?, hice mi primer intento, me paré recto con el Bojutsu en mi mano derecha golpeé el suelo, él hizo lo mismo. Bien pensé… hice una pequeña mueca de sonrisa y él también, pero pude notar que, con unas milésimas de segundos tardíos, esto me daba una ventaja sobre él, giré mi cuerpo en 45° y comencé ha hacer movimientos de pelea con el Bojutsu, repitiendo “Soy el mejor” mi facsímil maligno hacia lo mismo, aunque al principio no repetía mis palabras, eso no me detuvó, continué, después de unos minutos él comenzó a repetir mis palabras, yo sonreí. Cambie la frase a “Yo me amo”, él instantáneamente repitió la frase, algo en él comenzó a cambiar, ya no lo presentía tan maligno como antes. En un instante una pregunta comenzó a zumbar en mi cabeza ¿Cuál es tu mayor miedo? La verdad no lo sabía, yo pensé por un momento que era no volver a ver a mi familia, pero al cabo de unos segundos concluí que ese no es mi mayor miedo, y lo descubrí, mi mayor miedo era no ser yo, es decir, que yo sea solo aquello que los demás esperan de mí, vivir a la voluntad de otros, y no poder tener las riendas de mi vida, en todo este tiempo había descubierto quien era, ahora quería poder demostrarle al mundo que yo puedo hacer aquello por lo que vine, aquello que era mi misión de vida, ahora lo sabía, que mi yo maligno, no era más que mi peor miedo, él hacía exactamente lo que otro ser le indicaba, aunque él fuera yo, no era yo. Lo miré y le dije:
¡Eres libre!
¿Perdón? ¿Qué Cosa dijiste? – preguntó él –
Eres libre, eres un ser increíblemente especial, único e irrepetible, que no es justo que repitas todo lo que yo hago, sí tú tienes tu propia voluntad – en ese mismo momento se desvaneció, en realidad todo se desvaneció, y me di cuenta de que estaba en una especie de habitación de la cual nunca había salido –
¡Perfecto! ¡Muy bien! Kamar, lo conseguiste – dijo contenta Eypril, me abrazó con mucha fuerza –
El yo de antes hubiera preguntado ¿En serio? Y diciéndolo en un tono aturdido, pero el yo de ahora es tan seguro, estoy seguro de mí mismo, que me siento imparable, salí de la habitación y me dirigí a mi nueva morada, donde tengo todo aquello que siempre deseé, me concentré en conectarme con mi familia y los traje al entrenamiento… ellos todavía están en esa fase, pero confío en ellos y pronto estarán conmigo, mi amigo Cris, pasó sus propias pruebas y también está en este lugar. Yo estoy muy feliz al sentirme un ser completo, único y especial.