Una fiesta, muchas personas, música "buena"
Sentado en un mueble, siendo el espectador principal de todo con un sentimiento de incomodidad y soledad que se hinca cada vez más en el pecho.
Siendo testigo del descontrol sentimental, hormonal y mental de todos los presentes.
Es impresionante cómo se ven las cosas desde otro punto, siendo testigo de los cuchicheos, de los trueques y alianzas, de las mentiras y secretos, de la tensión sexual. No somos capaces de entablar una conversación normal sin nombrar sexo, besos, ganas o cualquier cosa relacionado a, ó hacer juegos que contegan eso.
El sentimiento de aburrimiento crece así esos juegos, siento que soy un alma vieja y lo que quiero es salir con unas personas capaces de entablar una conversación normal y reírnos un rato, hablar de cosas triviales, que tengan mi grado de madurez o si quiera se acerque.
Esa noche cometí muchos errores, soy en definitiva muy manipulable y sin fuerza de voluntad, no quería besar a nadie, no quería "agarrarme" a nadie, juegos gafos de adolescentes estúpidos, en fin.
Me cansé de siempre caer con la misma persona, tengo que tener más fuerza de voluntad, no puedo seguir tropezando con la misma piedra cada vez, pero tengo que destacar que ayer fue un avance, lo logré rechazar varias veces a pesar de que dos veces me agarró con la guardia abajo.
Mi consciencia y mis pensamientos ya no son de un adolescente hormonal y patético, son de alguien adulto con ganas de vivir, conocer y amar.
Prefiero quedarme en mi casa leyendo o durmiendo en vez de ir a esas fiestas, siendo sincero, amaría tener un amigo o ammiga que nos compenetremos y seamos inseparables, pero al mismo tiempo amo mi soledad sin que nadie me moleste.
bueno de eso no se trata esto.
Pensé y di millones de vueltas a mis pensamientos haciéndome diferentes preguntas, ¿por qué me importa tanto la opinión de las personas?¿por qué no puedo ser firme con mis sentimientos y pensamientos? ¿por qué no puedo evitar las cosas?
Debería quedarme sentado y callarme bastantes personas.
En fin, caigo con el mismo charco pudiendo hacer las cosas diferentes.