Ese día fue aterrador. Creo que fue la primera vez que me sentí tan rota, la primera vez que si pudiera haberme ido lo habria hecho.
Ese día me desperté como cada dia para ir al instituto, lo diferente fue que aunque siempre voy con cara de dormida, ese día llevaba ojeras y unos ojos hinchados de haber llorado toda la noche .
No se como ocurrió, ni como tuve el suficie valor para hacer lo que hice.
Ya iba quemada de todo el fin de semana pero cuando me hablaron lo único que pasó fue que se me llenaron los ojos de lágrimas mientras miraba a la nada y me preguntaban que me pasaba. No podía hablar, estaba muda, o alomejor no hablaba porque sabía que en el momento en el que lo hiciera no podría parar de llorar. Me preguntaron si necesitaba salir pero yo siendo lo orgullosa y fuerte que soy negué con la cabeza aún no habiendo dicho ni una palabra y me trague las lágrimas que querían salir con todas sus fuerzas. Acabé el examen y estaba algo mejor, pero no termina aquí.
A segunda hora cambiabamos de clase y hablé con mi compañero de al lado, que por cierto se llama igual que tu, pero el es diferente, no es un cretino de mierda.
No se que pasó al final de esa hora pero volví a mi estado de la primera hora y ahora si que venía mi tortura: El patio.
Bajé a ese recinto el cual dice que es para pasar el rato con tus amigos. Yo solo me senté recostada en una pared mientras miraba la que tenía en frente sin expresión alguna en la cara. Todo el mundo que me veía miraba con lastima, pero nadie se cercaba, alomejor porque veían que necesitaba estar sola, o porque no les importaba. Hasta que ella se acercó.
Era una chica de un curso menor que antes iba a mi clase. Es muy parecida a mi, suele reír y hacer como que nada le importa, pero en realidad tiene sus problemas. Lo que la hace diferente a mi es que ella es mucho más directa que yo y mucho más fuerte. El motivo por el que me extrañó que se acercara es que siempre suele ser distante con la gente en esos casos. Estuvo sentada a mi lado la mayoría de esa media hora intentando que soltara una sola palabra, yo solo la miraba de reojo mientras negaba a todo. Al final optó por dejarme sola, pero hasta me trajo pañuelos por si acaso, siempre lo agradeceré.
En ese momento una de las que considero mis mejores amigas (y las únicas que tengo allí) cruzó miradas conmigo y me hizo gracia su comentario: "se me parte el alma verte así", la mía ya estaba rota, o eso creía. Solo encogí los hombros con mi rostro indiferente que no había cambiado en todo ese día y llegué a intercambiar algunas palabras con ella, pero no mucho. Todo ese día transcurrió igual esperando al día siguiente el cual sería cuando te vería, cosa que nunca sucedió, cosa que fue la causa de que yo me pasara esa noche llorando desconsoladamente sin saber que hacer porque lo único que quería era estar contigo, cosa que nunca sucedió. Cosa que dentro de poco sucederá sin que yo pueda frenarlo. Cosa que ya no quiero que suceda por el hecho de que me romperé en cuanto pase y no habrá servido de nada todas las noches que he pasado tranquila a base de pastillas para conciliar el sueño, ni siquiera servirá todas las charlas con mi madre y mis amigas sobre que te tengo que superar porque por mucho que diga que te he superado en el momento en el que te vea todo se irá a la mierda como ha pasado cada vez que nos hemos reencontrado desde que se te ocurrió la maravillosa idea de intentar conquistarme. No se que pretendías, pero habria sido mejor que nunca me hubieras mandado ese mensaje, que nunca hubiera respondido a ese mensaje de texto que hizo que comenzase todo, que hizo que me enamorase de ti de tal forma que aún que hayan pasado los años sigo sintiendo eso por ti, tan fuerte... Que creo que va a acabar conmigo.