Sí, todos tenemos un amor que nos complica la vida (Como dice la banda "La mosca"), esos amores que nos amarran, que nos quedamos atascados o aferrados a las malas, que duran menos de un verano o de un suspiro y que siempre estará en nuestra cabeza mientras imaginamos que hubiese pasado si...

Todos hemos tenido o quizá tendremos un amor así, puede que sea el primer amor o simplemente uno que es lo que quizá necesitamos en ese momento, pero no es el amor de tu vida y no es un amor duradero, pero lo que te hizo sentir te hará pensar toda la vida que sí. Todos tenemos un amor frustrado, un amor que se fue antes de que pensaramos siquiera en eso .

Un traslado del trabajo, un cambio de ciudad, una muerte inminente, un error de comunicación, o cualquier situación es suficiente para alejar ese amor, porque esa es su función, hacerte fuerte al saber que ya no volverá, que ya no será, que fue maravilloso pero fue pasado. Esa persona quizá se sienta igual o quizá tú no fuiste eso para ella, pero no importa porque ese no es el punto, el punto es que después de ese amor todo será distinto para tí, para tu autoestima y para la forma en la que ves las relaciones amorosas. Lo superarás, saldrás de eso como haces con todo pero algo de tí se fue con esa persona.

El siguiente amor que llegue lo afrontarás con otra mentalidad, quizá con un poco más de madurez y de frialdad, ese amor de verano se llevó esa magia y espontáneidad que antes había, esa ingenuidad que caracteriza los primeros amores se fue hace mucho con ese verano. Ahora todo es extraño, el amor parece haberse vuelto muy racional. Y aun así, ese amor de verano te permite algo, otorgarle al próximo amor grande la capaacidad para volver enamorarse y poder ilusionarte, volver a creer en lo demás.

Hay que agradecerle a ese amor furtivo, efímero y fugaz, porque nos hizo ser más serenos y más comprensivos con que el amor no es como en las películas y cualquiera que no huya y traiga paz es más que bienvenido. El truco de ese amor de verano es que nos quita todas espectativas para permitir que la vida nos vuelva a sorprender, así que habría que agradecerle y dejar de pensar en él como lo que no fue, sino lo que permitió gracias a su partida.