Cuando eramos jóvenes todos teníamos sueños, quisimos ser astronautas, doctores, princesas y muchas otras profesiones de las mas variadas, pero a medida que fuimos madurando se nos pidió que convirtiéramos esos sueños en metas más reales y tangibles, entonces nos convertimos en ingenieros, profesoras, abogados y miles más profesiones que son consideradas más "reales y estables" y dejamos de lado esos sueños de la niñez por miedo a fallar y porque no seriamos capaces de alcanzarlos, así que mejor utilizar ese tiempo en actividades que sí nos generen un futuro estable.
Pero ¿qué paso con esos sueños de la infancia?, la imaginación de un niño es mas poderosa que cualquier otra profesión, y si en verdad es algo que anhelábamos, que era realmente nuestro y no la influencia de alguien más, ¿por qué lo abandonamos? Quizá por miedo, o por la influencia de nuestra familia o seres cercanos (aunque nos aman, tienen tanto miedo de que fallemos sin darse cuenta que las personas mas exitosas nacieron del fracaso). Sin embargo, cuando llegamos al final de nuestras vidas, cuando ya no tenemos nada que perder decimos: "hubiera deseado hacer esto", "cuanto me hubiera gustado haber dicho aquello", entonces ¿por qué lamentarnos si aun tenemos tiempo de hacer una cambio?.
Desde mis 13 años he tenido toda mi vida planeada, como siempre fui muy buena estudiante sabia que podría conseguir fácilmente una beca en una universidad, y aunque tuviera que trabajar para pagarla, terminaría una carrera profesional y me esforzaría en mi trabajo de grado para conseguir una beca para mis postgrado, me iría a otro país y a la vez trabajaría para nutrir mi hoja de vida, aprendería un tercer idioma y me esforzaría para conseguir un empleo (o varios) que me permitiera viajar por el mundo .Sé que suena fantasioso o muy optimista, pero para mi ventaja personal en mi escuela durante la secundaria se podía estudiar con profundización los dos últimos años según lo que tu desearas para tu futuro, así que la comunicación y los idiomas fueron mis compañeros extra durante dos años; como fui tan aplicada se me dio la oportunidad de pertenecer a un grupo de maestras de lenguaje que comparten sus experiencias en la didáctica y así ayudan a otros a crear nuevas estrategias para sus alumnos, eso me ayudo a conseguir la experiencia y las ideas innovadoras de los estudiantes de universidad estando tan solo en la escuela.
Con el tiempo entre a la universidad, no era la que yo quería en un primer lugar, pero igual estaba feliz porque era la universidad en la que mis padres habían estudiado y ya la conocía muy bien; aquí conocí a más maestros que, irónicamente, me conocían por pertenecer a ese grupo, tenían excelentes referencias mías e incluso me invitaban a charlas y talleres que ellos dictaban sin que tuviera que pagar un peso ¡Excelentes oportunidades para una chica de 17 años! Aquí debo aclarar que mi sueño no era ser maestra de lengua, sino una mezcla entre periodista o editora (aunque la idea de ser maestra también me encantaba) porque ESE ERA MI SUEÑO, porque ese trabajo me permitiría conocer el mundo y aprender mucho mas cada día, podría escribir y decir lo que pienso y me pagarían por ello, sin embargo por algo se debe comenzar, y esta carrera me brinda todos los conocimientos que necesito, lo demás depende de mi.
Gracias a esos talleres y reuniones hice contacto con muchos editores, maestros, escritores y demás que conocen mis conocimientos y prefieren una entrevista mía que de otros estudiantes mas avanzados que yo, y así fue como a mis 17 años conseguí mi primer empleo pago como maestra; en Colombia un joven menor a los 18 años no puede trabajar, pero existen ciertas excepciones para conseguir dinero y tener empleo, y yo ya trabajaba desde los 13, entonces trabajar por primera vez en mi campo de conocimiento era algo emocionante, y lo era aun más el saber que mi empleo era sustituir a mi maestra de escuela, la que me permitió pertenecer al grupo de maestros y la que me había apoyado en todo mi proceso.
¿A que voy con todo esto? aunque yo estaba cumpliendo mis sueños poco a poco, todo esto requirió mucho esfuerzo, y sí, puede que muchos factores hayan estado a mi favor, se que otras personas no han tenido mis oportunidades, y si las tuvieron las dejaron pasar, pero a lo que quiero llegar y aun no lo he mencionado, es que en el fondo mi sueño mayor es ser escritora, y aunque escribía un poco y era buena, me daba miedo dedicarme a escribir todo un libro, me quedaba en blanco y no sabia que mas decir, pensaba en que los editores me rechazarían sin pensarlo, y que nadie leería jamas lo que yo pudiera decir; tenia los conocimientos como maestra podría decir que me faltaba el titulo para empezar a ejercer y de por si ya tenia muy buenos contactos para conseguir empleo, pero era una niña solitaria caminando en el sendero de la escritura, y no fue sino cuando me atreví en un momento de locura a subir un mini escrito a Instagram que me anime a segur mi sueño.
Verán, escribir no es fácil, y nunca sabes como serán recibidos tus textos por el publico, pero si nunca lo intentas no lo sabrás, entonces decidí crear mi pagina en Instagram (la que mencione en mi texto anterior) y en poco tiempo comencé a ver un resultado positivo, no les voy a mentir requiere un trabajo arduo pero todo vale la pena, y estando en mi pagina encontré esta plataforma y seguí escribiendo, y aquí sigo, en si este no es mi sueño, pero todo este trabajo y el sacrificar tiempo vale la pena.
Las oportunidades se les van a presentar una y otra vez, pero hasta que ustedes no sepan que es lo que quieren de verdad y lo defiendan a capa y espada no entenderán que es trabajar por un sueño. Se que para unos es mas complejo que para otros, y es normal desmotivarse constantemente, pero cuando vences el miedo y te arriesgas es mas lo que ganas que lo que pierdes, si todo lo haces con un propósito, si te preparas y te empeñas en ello con disciplina, más tarde que temprano lo lograrás.
Y si no tienes quien te apoye, apóyate tu, naciste para ser un triunfador así que ve y alcanza tus sueños, pues nadie lo hará por ti.