Me contó mi mejor amiga que ya no podía más, que odiaba su empleo y renunció.
Pero le dijo a su padre —quien a veces la apoya económicamente—, que había cambiado de horario, que la habían pasado a la madrugada, para que si la ve por las tardes no le reclame nada.
"Si se entera mi papá se va a encabronar", dijo.
Ella vive con su esposo e hijo. Es abogada recién egresada pero aún no recibe su título, lo que la limita para ejercer .Por ello busca empleo de "lo que sea" mas, honestamente, no lo que sea le agrada.
Así como entra de un trabajo sale, y me dice: "Es que no me gusta". Yo la entiendo, pero los demás no y eso le afecta, siempre hay un espacio en su vida y en realidad en la vida de todos para el "qué dirán".
Porque podemos decir mil veces que nos vale lo que piensen los demás, pero ¿de verdad nos vale? ¿Nos vale como para botar todo lo que despreciamos y correr hacia la felicidad?
Le pregunté: "¿Cuál es tu pasión?" y no supo qué decirme.
Insistí: "¿Qué podrías hacer gustosamente sin que te pagaran?", pensó un poco y luego negó con la cabeza. ¡Que no lo sabe!
La veo triste por no decepcionar a sus padres y desesperada por poner un negocio de "lo que sea" para generar ingresos, pero no creo que ese sea el camino.
Me recordó a todos lo que empiezan un negocio de cualquier cosa para tener dinero rápido, me recordó a mí.
Fui de las que vieron su negocio fracasar cuando ni siquiera se había levantado: vendí playeras en Mercado Libre, vendí papas fritas y alitas al carbón afuera de la universidad, vendí cargadores portátiles en Face y abrí un restaurante de comida vegetariana para llevar.
Todos esos negocios tuvieron su "Hasta aquí". "Ya no puedo más". "Estoy harta". Porque lo que yo quería era un negocio, de lo que fuera, sin importar qué, siempre y cuando fuera mío y me generara ingresos rápido.
Pero cometí un GRAN error. El que cometen muchos novatos, pensar en algo que "suena bien" en un momento motivacional, porque al principio le pones todas las ganas del mundo. Abres una página web bien bonita, con un nombre "cool", publicas en grupos de Face, abres tu cuenta de Mercado Libre, te levantas temprano para ir a la central de abastos y llegas muy feliz a poner tu puesto en la calle, pero ¿por cuánto tiempo? ¿Cuánto aguantarás haciendo todo eso para que tu negocio se levante?
Un negocio de "lo que sea" no se levanta, un negocio proveniente de una pasión sí. Esa es la diferencia. Yo jamás amé nada de eso. Jamás me interesó más de lo necesario y por eso fracasé, porque tarde o temprano ya no lo quería, porque de pronto me daba flojera levantarme a hacer algo que no me gustaba, pero era mi obligación y siendo mi único sustento tenía que hacerlo.
Sí, mi negocio propio, ¡genial! ¿No?
Cualquiera podría envidiarme por verme "sin jefes", "sin horarios" y "sin obligaciones", mas sólo yo sabía lo que significaba en verdad.
Pero no lo dejaba por el típico "qué dirán", mis papás me habían visto cambiar de ideas como de calcetines y me apoyaron siempre con el dinero de cada inversión, en una ocasión incluso una tía me prestó, cuando empezaba con otra cosa me decían: "¡Claro, como a ti no te cuesta!", y me sentía terrible, tanto que después por pena y para no decepcionarlos prefería aguantar y sufrir en silencio.
Mientras vivía todo ello porque no me quedaba opción, ESCRIBÍA, en mi tiempo libre, en las noches aunque cayera de sueño, entre clases, en el auto y en cualquier lugar.
La tenía frente a mí, mi pasión, disfrazándola de desahogo y hobby.
Esa era la verdadera yo, que escribía por placer y sin que me pagaran, investigando sobre ortografía y gramática sin que nadie me lo pidiera, buscando significados o sinónimos de las palabras, puliendo mi estilo, releyendo y corrigiendo.
¡No me había dado cuenta! Y no me canso, sigo y seguiré porque es lo que amo y lo haré hasta que pueda vivir por completo de esto.
Ya no más negocios "prometedores" que no me gusten, definitivamente no más empleos y no más explicaciones a nadie.
Tal vez aún no encuentras tu pasión, pero existe, hay una razón por la que estás aquí, y las pasiones siempre están relacionadas con hacer algo bueno porque de otra manera no nos harían felices. Puede que tardes pero la hallaras, puede que ya la hayas encontrado pero no sabes cómo volverla lucrativa, mas no hay prisa ya se te ocurrirá. Y cuando la encuentres olvida el "qué dirán", arriésgate por ella, y recibe al éxito con los brazos abiertos como consecuencia.