Hoy me iba a reunir con un amigo que hace casi un año se fue a vivir a otra ciudad, y por viajes de negocios sólo iba a estar hoy en la ciudad. La cosa se puso fea cuando comenzó a sacarme el cuerpo todo el día y a hacerme desplantes por personas que había visto en su viaje de trabajo .
Primero que todo, llegar tarde es una falta de respeto, pero el problema no radica sólo en acostumbrarse a llegar tarde sino en aquellas personas que nos acostumbramos a que eso suceda y que lo seguimos permitiendo en vez de generar un cambio. Segundo, ¿quién les dijo que a uno le gusta estar esperando como estatua a que llegue la otra persona? Es entendible cuando pasa algo de fuerza mayor, o cuando la persona informa a tiempo que llegará tarde por una calamidad, pero si yo llego a un acuerdo contigo para verme a cierta hora, ¿que te hace creer que yo quiero estarte esperando como si mi vida dependiera de ello?. Personalmente soy de la creencia de darle máximo 30 minutos de espera a las personas en caso de que haya pasado algo que haya hecho que se retrasen sin que sea su culpa, de ahí en adelante sino llega o sino se molesta en excusarse es una falta de respeto.
Y si se preguntan, sí, sí he discutido con novios por la puntualidad, porque por un minuto tarde se te va un vuelo, pierdes un partido por inasistencia, pierdes una reserva, entre otras cosas que no podras reponer no importa quién seas. Procuro siempre salir con bastante tiempo extra que es preferible llegar un poco más temprano que ser visto como el que siempre llega tarde. Y si tú eres de esas chicas que le gusta hacer esperar a los hombres, creeme que va a aparecer uno que te hará lo mismo y no te va a gustar nada. Tener la cortesía de llegar temprano con la persona que te gusta, de compartir más tiempo, de aprovechar cada segundo demuestra interés, si tú comienza a llegar tarde demuestra que no estás interesado en esa persona.
La puntualidad es uno de los primeros modales que deberían enseñarse, puedes durar dos horas arreglandote siempre y cuando llegues a la hora en punto, o unos minutos antes no te quita glamour. Sin importar si eres mujer u hombre, la puntualidad es uno de esos detalles que no cuestan nada pero lo son todo.