"Yo soy el/la mejor en lo que hago".
Tienes que repetirlo mil veces. No, un millón de veces .No, mejor infinitas veces.
Tienes que creerlo. Cada célula de tu cuerpo debe estar convencida de que eres el mejor haciendo lo que haces.
Estoy en muchas plataformas para escritores donde el 90% dice: "No hago esto por fama". "No quiero dinero por mis libros". "Los mejores escritores no se hacen famosos". "Los escritores famosos son pura mercadotecnia".
Se disculpan por su —dicho por ellos— mala ortografía, mala redacción, mala gramática, etc. Se justifican, se menosprecian y se apresuran a decir cosas como: "No me importa ni la fama ni el dinero", y lo hacen para que, si no llegan a conseguirlo, todos sepan que no importa porque no iban por ello.
Tal vez es cierto que algunos de verdad no vayan tras esas cosas. Mas lo dudo en el 99% de los casos. Si creen que están engañando a alguien tienen razón: se están engañando a ellos mismos y contra eso, ¿quién puede ayudarlos?
Si amo con el alma escribir, cantar, bailar, fotografiar, vender, correr, cocinar o, lo que sea, ¿por qué no querría ganar dinero con ello? Tendría que estar loca.
Yo lo digo abiertamente: "Soy escritora", y cuando me preguntan: "¿Qué te han publicado?". Yo confieso que nada —aún—, pero ser publicado no te hace escritor, ni el hecho de conseguir tener un libro en un escaparate. Me hace escritora; escribir (valga la redundancia). Me hace escritora contar historias, reflexiones, opiniones, análisis, y sí, lo quiero, quiero ser publicada, quiero el dinero y la fama que acompaña a un escritor. Lo sueño noche y día y me digo todo el tiempo: "Soy una escritora best seller", y me insto a creerlo hasta el fondo de mi ser y entonces escribo mucho: investigo y escribo, imagino y escribo, leo y escribo. He aprendido a ser muy paciente. Pienso en todos los escritores afamados y me digo: "Ellos alguna vez estuvieron en tu lugar, tú puedes estar donde se encuentran ellos ahora".
Sé que puedo escribir sobre lo que yo quiera porque me la creí, porque puedo hacer lo que sea en cuanto lo decida. En eso radica la confianza en uno mismo: saber que somos capaces de todo. Claro, es cuestión de práctica para pulir nuestros talentos, porque la perseverancia y la disciplina siempre le van a ganar a la inteligencia.
Yo escribo me paguen o no me paguen, lo hago todo el tiempo. No lo puedo evitar, soy impulsada a narrar, pero no puedo ser hipócrita conmigo diciendo que no me importaría generar dinero con ello.
Por eso, así como lo hago yo, te invito a creer con todas las ganas que eres el mejor en eso que te agrada y que es posible vivir de ello, vivir bien. ¡Basta ya!, de que la gente nos vea mal por hacer algo que nos gusta, que nos emociona y que nos da felicidad, y además, ganar o querer ganar dinero con ello.
¿Quién dice que me tengo que ganar el pan con el sudor de mi frente? ¿Y si lo quiero ganar con la ejecución de mi pasión? ¿Por qué debe ser todo tan radical?
Lo dijo Neville Goddard: "La única condición que se le impuso al hombre fue la de creer".
No importa cuánto tardes porque quien persevera lo consigue. Hay que caminar en el mismo rumbo cuando ya se estableció la meta. Camina, camina, camina y si te cansas detente, retoma el aliento y continúa. Vas a llegar porque vas a llegar. ¿No dicen que el que persevera alcanza?
Analízalo cuando te ataque el "qué dirán". Se dice que la gente habla siempre, ¿no? Pues mejor que hablen mientras tú disfrutas.
