Todas las personas desde muy pequeñas escuchamos toda clase de comentarios provenientes de quienes nos rodean, principalmente de nuestros padres.
Al ser pequeños, indefensos e inexpertos en la vida, no cabe lugar a duda para ciertas creencias. Lo que sea que escuchemos repetidamente se grabará en nuestro subconsciente .No podemos cuestionarlo o debatirlo precisamente por falta de experiencia, conocimiento y entendimiento, ¿cómo saber que lo que me han enseñado desde siempre es lo correcto?
Eso, al final, es fácil de averiguar, ¿qué clase de vida tienes ahora? ¿Es buena o estás sufriendo? ¿Crees que la vida es un valle de lágrimas o que es una experiencia maravillosa? ¿Eres feliz o te sientes miserable?
Si las respuestas son negativas, lo que sucede es que estás aceptando todo lo malo sin cuestionar por qué.
Las emociones vienen a raíz de una creencia y no al revés.
Si la mayor parte del tiempo te sientes triste, deprimido o incomprendido, lo único que tienes que hacer es analizar tus creencias, para ello tenemos una maravillosa mente consciente; la palabra lo dice todo: conscientemente estaremos analizando cada cosa que habíamos aceptado como cierta pero que nos limitaba, nos hacía sufrir o nos molestaba.
Comprendo que sea difícil de un día para otro modificar o aceptar que estábamos en un error.
Para mayor comprensión usaré un ejemplo: imagina a dos niños de cinco años. A uno le dicen: "Eres un campeón". "Eres el mejor". "Eres inteligente". “Eres amado". “Eres un líder". “Eres hermoso". Y al otro: "Eres un burro". “No sirves para nada". “Eres tonto". “Nunca haces nada bien". “No sé para qué naciste". “No te quiero".
Al ser tan pequeños no tienen aún la capacidad de cuestionar eso que escuchan. Para ellos es muy fácil aceptarlo y pensar: si mis padres lo dicen, es cierto. Cuando alguien acepta lo que ha escuchado en repetidas ocasiones, sea bueno, malo o insignificante, esa idea pasa al subconsciente, ahí ya no se debate sólo se manifiesta en un momento determinado, con algún detonador.
Cuando crezcan manifestarán esas creencias en todo lo que hagan. El primero, sin duda, será un buen estudiante, tendrá amigos que lo aprecien, ganará reconocimientos y será un líder.
El segundo será de bajo desempeño en la escuela, nada de lo que haga le saldrá bien y será maltratado por la mayoría de las personas con las que interactúe.
¿La razón? Todo lo que nos pasa en la vida parte de nuestras creencias, porque de acuerdo con ellas pensamos, sentimos y actuamos.
Nadie actúa sólo porque sí, la base del comportamiento de las personas son las creencias. Si decides hacer algo es porque crees que puedes hacerlo, si no lo haces es porque crees que no puedes. Simple.
Utiliza tu maravillosa mente consciente, para cuestionar todo lo que te hace infeliz. ¿No puedo tener riqueza? ¿Por qué? ¿Quién lo dice? ¿Tengo que aceptarlo?
¿No puedo ser feliz? ¿No puedo lograr mis sueños? ¿No puedo tener el auto que quiero? ¿No puedo encontrar al amor de mi vida? ¿No puedo tener buena salud? ¿No puedo tener una vida libre de deudas? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
No son tus ideas. No son tus pensamientos. ¿Por qué tienes que aceptarlos? Tú no los elegiste, los aceptaste que es muy diferente.
Si la evaluación de estas creencias o de cualquier cosa en nuestra vida fuera hecha de manera interna o subconsciente no tendría para qué existir la mente consciente.
¿Qué nueva idea o sugerencia te darás a ti mismo? Ya aceptaste las ideas de otros, algunas te hicieron bien, otras no tanto. Ahora es tu turno, ¿qué idea te conviene para una vida mejor, una diferente?
Analiza esto detenidamente:
Una creencia es la idea que una persona tiene de la realidad; pero no es la realidad en sí, ¿me explico? Mientras una persona percibe al dinero como la raíz de todos los males, otra lo ve como un medio para lograr la libertad financiera, ¿quién tiene la razón?
La mente consciente requiere que tú asumas tu libre albedrío, tu libertad de elección. Es una herramienta natural con la que puedes examinar tanto tus creencias como sus efectos.
Ahora dime, ¿alguien te obliga a pensar de cierta manera? Ninguna otra persona puede leer tus pensamientos, así es que si no crees en algo, puedes cambiar de opinión ―ahorita mismo― sin el permiso de nadie.
Eso que muchos dicen últimamente y que se ha convertido en una moda de que es posible alcanzar el éxito, lograr los sueños y ser la persona que tanto deseas, es muy cierto o ¿no? ¿Tú qué crees? Yo creo que sí.