Una de las cosas más frecuentes que me encuentro al momento de estar dando asesorías de imagen y marca personal, es la creencia que somos el conjunto de acontecimientos que nos están pasando en este momento o nos han pasado. Al momento de llegar a la pregunta de ¿Quién eres y cuál es tu pasión?, la mayoría de las mujeres me contestan, sus circunstancias actuales o pasadas que las marcaron, limitándose y etiquetándose como amas de casa, divorciada, separada, soltera, casada, mamá, esposa, empleada, empresaria.. .Y olvidándose por completo de su esencia más básica y profunda.

El problema que veo en las deficiencias de nuestra producción personal, mejor dicho imagen personal, es que no conocemos quienes somos, algo que parece tan sencillo, pero que la mayoría de nosotros no nos detenemos a pensar.

No somos esas cosas que nos pasaron en el pasado: una carrera inconclusa, una relación fallida, un error humano o muchos que cometí, tampoco soy esas cosas que los demás murmuran a mi espaldas o que me gritan de frente, no soy eso que yo misma creí de mi misma porque todos me lo repetían constantemente, ni soy las proyecciones que hago de mi misma, tampoco soy eso que los demás quisieran que fuera, y mucho mejor y más importante que todo, no soy eso que estoy viviendo, como estar en un trabajo que no me gusta, es una relación que no me hace crecer ni volar, estar en un entorno tóxico y desgastante. NO, no soy eso.

Somos personas que crecemos con las circunstancias, que lo que estamos viviendo o lo que vivimos, nos acercan a nuestra mejor versión, por más doloroso que haya sido el camino, por más que intentamos ver la razón del porque nos pasa esto. Toma lo que has vivido, lo que estás viviendo, y transfórmalo en conocimiento, en experiencia, en ese poder que te hará tomar mejores decisiones. Y ten presente que eso no eres.

Tu eres creatividad, eres autenticidad, eres fuerza y valor, eres paz y eres guerra, eres luz y eres oscuridad, eres belleza, eres reflexión y eres acción. Eres pasión, amor y descanso. Eres soledad y compañía, eres maestro y eres alumno, eres inspiración y guía. Eres cada vez más humano y menos perfecto. Eres mucho más de lo que crees.