La gente pobre vive hablándole a todo el mundo de sus problemas, que si el marido la engañó, va y se lo cuenta a todas sus amigas, tías, sobrinas y vecinas. Que si no tiene dinero va y le dice a todo el mundo que no tiene, que la crisis está dura, que no le alcanza ni para comer .
El doctor Miguel Ruíz dice en su libro Los cuatro acuerdos "Sé impecable con tus palabras", pues éstas son poderosas, están impregnadas de energía y crean la realidad de acuerdo a la vibración con las que fueron emitidas.
De las quejas resultan palabras con vibraciones negativas por eso los quejumbrosos y conformistas siempre reciben problemas y situaciones desastrosas.
Todo en ésta vida tiene razón de ser, por eso me da risa cuando algunos culpan a Dios por sus problemas, cuando la culpa es suya y la solución está a su alcance.
Ahora bien, el principal "obstáculo" y quizá el único que tienen las personas pobres, mediocres y conformistas es: el bendito gobierno, ¿por qué? Porque el gobierno paga una miseria de salarios, ni siquiera el salario mínimo es digno, porque el gobierno aumenta y crea impuestos a su voluntad, porque el gobierno le roba al pueblo, porque el gobierno hace negocios con lo que es propiedad de toda la nación, porque el gobierno sólo se "preocupa" por el pueblo cuando está en campaña, porque en el gobierno todos los puestos ganan sueldos altísimos sin mover un dedo, ¿me falta algo?
Primero que nada, sí, estoy en desacuerdo y sé que nada de eso es correcto, pero la verdad no me importa en absoluto, ¿por qué? Porque soy la dueña de mi destino, la responsable de mis desgracias y bendiciones, porque si culpo al gobierno sólo le estoy cediendo mi poder, además, si ya vi que el gobierno hace todo eso y no me ayuda a salir adelante y no se preocupa por mí o por mi país, ¿quién sí me puede ayudar? Pues yo, únicamente yo.
Señores, lo que se necesita primordialmente es un cambio de actitud, de pensamiento y sobre todo de perspectiva.
Imagina si los exitosos estuvieran sólo al pendiente de lo que hace el gobierno, ¿a qué hora se ocuparían de sus negocios? ¿A qué hora hablarían de sus metas y sueños? ¿A qué hora tendrían una vida?
Aún a pesar de todas esas terribles cosas que hace el gobierno, reafirmo que no tiene la culpa de tus problemas, ¿por qué? Porque tienes manos para ponerte a trabajar, pies para salir a buscar oportunidades y cerebro para pensar en infinitas posibilidades para triunfar en la vida, pero no, tristemente muchos prefieren ocupar ese cerebro para pensar en todo lo que el gobierno les roba, para hacer y compartir memes chistosos insultando a los altos mandos, esas manitas para compartir con todos sus amigos, familiares y conocidos, artículos de las desgracias de las que son víctimas gracias al gobierno.
No se necesita dinero para tomar una decisión que cambie la vida, no se necesita dinero para creer en uno mismo.
Leí en el libro Nada me detendrá la historia de un joven llamado Legson Kayira quien quería salir de la pobreza extrema en la que vivía junto a su tribu en África. Su sueño era estudiar en una universidad en Estados Unidos. Conoció por medio de unos misioneros la historia de Abraham Lincoln, y se dio cuenta que él había sido un hombre de raíces humildes que había logrado convertirse en alguien importante, así que eso lo motivó a seguir sus pasos, tomó una decisión; abandonó a su tribu, partió con muy poco dinero, una biblia, comida para cinco días y tres mil millas por recorrer a pie, tenía que llegar a El Cairo para subirse a un barco directo a EE.UU.
Se enfrentó a la soledad, a la enfermedad y a problemas con otras tribus. Logró a base de trabajo en todas las zonas dónde iba pasando juntar dinero para poder subsistir. Quiso renunciar incontables veces, pero recordaba su propósito y continuaba. Logró escribirle al director de la universidad en EE.UU. a la que quería pertenecer y éste se conmovió tanto con su esfuerzo y determinación que le ofreció una beca completa y trabajo para pagar su cuarto y alimentos.
Por fin el joven llegó, después de más de dos años de viaje logró pisar suelo norteamericano, fue muy bien recibido, estudió y se graduó. Más tarde se convirtió en profesor de ciencias políticas de la universidad de Cambridge Inglaterra y en un reconocido autor.
Logró lo que se propuso, levantarse de sus humildes raíces y ser alguien importante, además, se convirtió en una guía e inspiración para quienes van por el mismo camino.
Legson dijo: "Aprendí que no era víctima de mis circunstancias, como la mayoría de africanos creían, sino el dueño de ellas".
Muestra de que cuando te propones algo, el universo conspira a tu favor para hacerlo posible.
¿Habría logrado algo de haberse quedado esperando a que el gobierno de su país lo ayudara? Ahora imagina como siguió viviendo la tribu a la que pertenecía, igual o quizá peor, pero él tomó una decisión, la más importante de su vida y fue la de no resignarse, porque puedes inevitablemente nacer en la pobreza, pero morir en ella es una decisión.
Así que si no te alcanza para vivir es porque no estás actuando sólo te estás quejando, si tu sueldo no te alcanza es porque te estás conformando, si te molesta todo lo que hace el gobierno es porque le estás prestando demasiada atención en lugar de enfocarte en tus metas.
Comprende que para ayudar a las personas primero debes ayudarte tú, muchos pobres dicen: "Me gustaría ayudar a los más necesitados", pero no se ayudan ni a ellos mismos. Si te conviertes en alguien exitoso, en alguien lleno de riqueza, entonces sí, puedes ayudar a los demás, antes no. De lo que hablo más que cualquier cosa es de decisión y de una mentalidad triunfadora, de decir: "Quiero esto y no voy a parar hasta conseguirlo".
Tantos y tantos no mueven un dedo por miedo y esos tantos se quedan mirando a quienes sí lo logran, llenos de envidia, coraje y frustración.
¿El gobierno no te ofrece salud de calidad, vivienda de calidad, alimentación de calidad, salario de calidad y educación de calidad? ¿Y qué esperas? Búscalo tú, consíguelo tú, con tus propios medios, con tu recurso más importante: tu mente.
Trabaja por tu cuenta, acumula riqueza y olvídate del pinche gobierno, porque para esas alturas lo que haga o deje de hacer ya no será de tu incumbencia, sólo de las pobrecitas mentes conformistas.