María llegó como todos los días a su clase de la mañana, y en cuanto se sentó, su maestra les pidió que hicieran un equipo de chicos y uno de chicas. Cuando éstos estuvieron hechos, les pasó a algunas chicas una llave y a otras un corazón encerrado en una cajita .
María buscó y buscó la llave que pudiera abrir su corazón, pero por más que buscó, ninguna de las llaves que tenían los niños, funcionó. María comenzaba a sentirse triste al ver que muchas de sus compañeras habían logrado encontrar a susmi parejas, y por un momento, creyó que había algo mal con su corazón, así que llena de tristeza y soledad,volvió a intentar con las llaves que había probado ya anteriormente intentando que la llave entrara de una manera u otra, pero a pesar de sus esfuerzos, ninguna logró hacerlo. Ya rendida, se sentó al fondo del salón y comenzó a llorar no entendiendo por qué por más que lo intentaba, no lograba hallar al dueño de la llave de su corazón. Fue entonces cuando llegó la maestar a decirle que había un chico al otro extremo del salón llorando porque tampoco encontraba a su pareja. Al oír esto, María se levantó felizmente dispcuesta a cruzar el salón ende busca del chico, y para cuando llegó, el rayo de esperanza había crecido tanto, que supo que no soportaría otra desilusión, así que cuando el chico lo introdujo y éste no abrió, se convenció a sí misma de que lo había hecho, sabiendo que si no era él el dueño de la llave de su corazón, tenía que ser alguien de su mismo equipo, pero se rehusó siquiera a considerar aquella opción porque se le había dicho más de una vez que sólo podía buscar en el equipo contrario, así que María, resignada, le agarró la mano a su compapero y le sonrió diciéndole que no se preocupara, que ya habían encontrado a la persona con la que debían estar, tratando de convencerrado a sí misma con aquellas palabras.
Ese día, regresó a su casa y le contó a su familia de la experiencia que había tenido en la escuela y todos se alegraron por María. Pasaron los días y aunque ellano sabía queque aquella llave, no abría su corazón, decidió ignorarlo creyendo que era lo correcto porque todos parecían estarser felices con ello, hasta que un día, en aquella clase, la maestra les pidió que se juntaran con su padeja y que hicieran una fila y que iría checando que las llaves y las cerraduras coincidieran, y así lo hizo. Una a una fue pasando a las parejas hasta que llegó a ellos y al ver que no coincidían, les pidió que la acompañaran hasta terminar la fila por si alguna otra pareja tenía el mismo problema, y sí, la hubo. La maestra, aliviada, les explicó que habían confundido parejas y entonces juntó a María con el chico de la otra niña, y a los otros dos y les pidió queque volvieran a intentarsu, pero en el momento en el que lo iban a hacer, se dieron cuenta de que María y su nueva pareja tenían corazones los dos, y que las dos llaves estaban del otro lado, con la otrade pareja. Fue entonces cuando se armó de valorla y se acercó a la otra chica a pesar de que las reglas claramente le decían que no, y le tendió su corazón esperando que la chica metiera la llave. Ésta la miró no muy convencida recordando las reglas del juego, pero en el momento en el que María le sonrió, se olvidó de todo e introdujo la llave que al instante, abrió la cerradura que ninguno de los chicos había logrado abrir. En ese momento, la maestra llegó y les volvió a decir que eso iba contra las reglas y que no estaba bien, pero ambas la ignoraron y se fueron a sentar, felices de que habían encontrado al fin a su pareja.
Una vez sentadas, María recordó lo felices que se habían puesto en su casa cuando les había hablado del otro chico y al mirar a los demás de la clase se dio cuenta de que ya no la miraban igual, así que por un segundo, la idea de volver a fingir que el chico era su pareja para que sus padres no se desilusionaran y que sus compañeros la volvieran a ver igual, cruzó por su mente, pero sólo bastó una mirada a su corazón, fuera de su caja por primera vez y a la llave que lo había abierto para que esa idea se esfumara de su mente tendiendo en claro una única cosa: Esta vez, pondría a su corazón primero.
La historia de María es una reflexión hecha a base de historias de millones de personas al rededor del mundo que, al igual que ella, no escogieron el corazón que les tocó ni la llave que iría a abrirlo, que intentaron muchas veces seguir las reglas que les habían sido impuestas pero que aquello sólo les brindó soledad y tristeza. Es una historia hecha para que entiendan que el corazón es una fuerza más poderosa que nosotros y que, al final de cuentas, el corazón escoge a quien el corazón quiere y que no hay nada que podamos hacer al respecto. Sé que se me ha pasado el mes del orgullo, pero qué puedo decir, la inspiración no siempre llega cuando queremos, así que un poco atrasado, le quiero decir a todas aquellas personas, que hoy en día no han logrado aceptarse a sí mismos, una cosa: Sé cómo María y pon a tu corazón primero.