Estamos en un mundo con una sociedad que en ocaciones me llega a dar pena, pero pena por sus prejuicios tontos. Pena porque sus lenguas son más rápidas que su inteligencia .
¿En dónde vivimos?... En una sociedad hipócrita, en la que nos es más facil fijarnos en los defectos o errores de los demás que en nosotros mismos. Es más facil reprocharle las cosas a los demás y no darnos cuenta de que en muchas ocasiones, nosotros somos los tóxicos. Vivimos en un mundo donde la falcedad abunda y la honestidad está en peligro de extinción. Y sí, no estoy libre de pecado, porque también he juzgado mal y también he hablado mal de alguien a su espalda... la pregunta es, ¿llegaremos a cambiar esto?
Mi abuelo me solía contar que cuando él era joven no hacia falta cerrar las puertas de casa cuando se iban, porque no había peligro de que te robaran, que irónico...¿no? ahora andamos hasta con botones de anti-pánico porque le tememos a la persona con la que hemos convivido y, según nosotros, conocíamos. En un pasado, nuestros abuelos pensaban que lo único que iba a seguir avanzando era la tecnología, pero no, la inseguridad también avanzó, y mucho... Tengo miedo de pensar hasta dónde la sociedad es capaz de llegar, tengo miedo de mí, tengo miedo de este mundo.