Llevaban siete meses saliendo, se conocieron y sabían que era difernte todo. Era la relación más larga de ambos, y aunque en sus mentes sentían que eran unos niños, juntos se veían viviendo toda la vida juntos.
Hacía unas pocas semanas que las cosas se habían puesto un poco más candentes, estaban descubriendo como encender las hormigas que se escondían debajo de su piel con sólo el roce de los labios cerca del cuello .
Llegó el día en que estuvieron cerca de abrir las puertas del Nirvana, pero el miedo y la responsabilidad les dijo que esperaran un día más, igual tendrían toda la vida para estar juntos y lo mejor era que la prisa no arruinara el momento. Por más gallardos que se sintieran juntos, separados eran muy temerosos de lo que podría pasar.
jugaban Xbox, eran niños pequeños, cada uno temía de tomar la iniciativa, ambos querían pero tenían miedo de todo. El problema fue que esta vez no hubo señales de pare. Las hormigas se levantaron, construyeron una fogata y lo consumió todo. Tuvieron todo el tiempo del mundo para destruir el lugar donde estaban y contruir su guarida de pasión.
A veces la realidad supera la ficción, y fue cómo revivir una película, fue como lo esperaban. Tuvieron todo el mundo a sus pies por un poco de tiempo, y cuando decidieron salir de la guarida, del abdomen de ella coemnzaron a volar mariposas que inundaron la habitación. El momento fue perfecto hasta que él salió por la puerta y la magia se convirtió en simple y vana ilusión.