Hace unos años hablábamos a todas horas y de cualquier cosa. Recuerdo todos los momentos que hemos pasado juntos y todas las risas que me has sacado, incluso las lágrimas de tanto reír.
El único amigo de verdad que he tenido nunca, el que siempre ha estado para todo y que siempre sabía cuando necesitaba un abrazo.
Nunca me juzgaste por cómo era o por lo que pensaba, siempre supiste hacer que los problemas fueran más pequeños y me enseñaste a plantarle cara a la vida.
Por ello sé que las amistades entre hombre y mujer existen y que muchas veces son necesarias.
Hoy, años más tarde, todavía te recuerdo con una sonrisa porque aunque nos hayamos distanciado estuviste en los momentos más difíciles de mi vida y eso nunca va a cambiar.
Por eso darte las gracias, en definitiva por ser el mejor amigo que se puede tener.
Porque por mucho que cambien las cosas siempre te recordaré como una de las mejores personas que pasó por mi vida.