Un día te vi y no me intrigaste o me causaste ruido para conocerte.
Tocamos en un mismo salón y nos relacionamos.
Eres esa flor que nace cuando más se necesita y se va cuando ya no.
Necesitaba de ti y estuviste.
Mis malas decisiones nos orillaron a dejar de hablar, pero mis buenas decisiones me hicieron recapacitar.
Un verano sin ti no fue mi opción.
No voy a renunciar a una amistad tan linda y sincera como lo es la tuya.
Me enseñaste a creer, a valorar, a ser infantil e inmaduro cuando se necesita.
Me ensañaste a no ver las cosas de un solo ángulo.
Eres ese apoyo que necesito día a día.
Me has sacado sonrisas y canas verdes.
No puedo dejarte ir.
Eres ese verano que no quiero que acabe.
Me rehuso a que llegue verano sin ti.
.