El amor en tiempos de Amazon: ¿queremos pareja o solo un paquete perfecto?
19 Abr, 2025
Tiempo de lectura aprox. :
3 min.
+1 voto

Vivimos en una era en la que las relaciones parecen más una transacción que un vínculo real. Nos conectamos con alguien, evaluamos sus cualidades, medimos los beneficios, calculamos los riesgos… y si no cumple con nuestras expectativas, simplemente lo “devolvemos” .

Así de crudo, así de simple. Hemos convertido el amor en un producto de consumo rápido, como si pudiéramos pedirlo con envío exprés y garantía de satisfacción.


Este fenómeno no es casualidad. El sociólogo Zygmunt Bauman lo llamó “amor líquido”. Es un tipo de vínculo frágil, inconsistente, que se adapta a nuestras vidas aceleradas e hiperconectadas. No queremos compromiso porque el compromiso exige tiempo, paciencia, vulnerabilidad. Y esas son monedas que pocos están dispuestos a gastar.


El amor líquido busca placer sin dolor, cercanía sin riesgo, relaciones sin profundidad. Todo lo que implique incertidumbre —que es parte natural del amor— lo vemos como un problema. Queremos que nos amen por lo que mostramos, no por lo que realmente somos. Queremos vínculos sin fricciones, sin “desechos”, sin defectos… cuando en realidad, amar es también aceptar lo incómodo, lo molesto, lo humano del otro.


El resultado es evidente: muchas relaciones hoy se viven en la superficie. Nos volvemos expertos en conocer cuerpos, pero cada vez más torpes para conocer almas. Y por eso nadie sale ileso. Aunque sea solo una noche, siempre dejamos algo en el otro y el otro deja algo en nosotros. No somos impermeables.


¿La solución? No es volver a las reglas rígidas y tradicionales del amor que también mataban el deseo. Es construir un amor sólido, pero flexible. Un amor con acuerdos reales, con intenciones compartidas, donde las normas no sean jaulas, sino puentes. No se trata de poseer, sino de admitir al otro con todo lo que trae. No se trata de exigir, sino de construir.


El verdadero amor no es una adquisición perfecta. Es un proyecto imperfecto entre dos personas que deciden crecer juntas. Y para eso, se necesita más valentía que para vivir en soledad. Amar de verdad es arriesgarse. Es dejar de ser consumidor, y empezar a ser compañero.


Entonces, ¿estás amando o estás comprando?

89 visitas
Valora la calidad de esta publicación
0 votos

Por favor, entra o regístrate para responder a esta publicación.

Publicaciones relacionadas
Adimvi es mejor en su app para Android e IOS.