Al sentir el suave viento que corría en aquel árbol no pude resistir a recostarme sobre la mesa. 

Sabiendo que estás a mi lado aún así tuve el descaro de dormir un poco.

Cerré mis ojos cansados cuando de pronto sentí tu olor cerca de mi rostro, al pasar de los segundos pude percibir tu mano acariciándome el cabello, acariciando mi pequeña cabeza; la manera tan delicada con la que sobabas mi cabello, la manera en la que tratabas de tocarme pero no querías despertarme me hicieron sentir en un lugar tan seguro.

Hasta hacerme quedar dormida. Mis ojos desvelados no pudieron más hasta dormirme como 5 minutos .

El sonido de unas risas de mis compañero me despertaron y abrí mis ojos de una forma lenta. Sin imaginar aquella mirada prenetrante que me observaba con tanta atención, esa imagen de esos ojos caféces que me acechaban mirándome tan sigilosamente. Sin dudar estaba observándome cada facción de mi cara, miraba mi ojos, mis cejas y su mayor obsesión…. Mis labios aquella cosa que nunca le quitaba de vista, yo sabía que a él le fascinaba la idea de que solo fueran suyos, de que solo el los podía besar, sabía que eran de su pertenecía y que no dejaría que alguien más los tocara. De hecho sabía que yo era solo de él…. Que no me importaba la mirada de nadie más, porque solo necesitaba de la suya para ser feliz. Mi mente aún sigue recordando cada detalle de este día.