Provengo de un pueblo llamado Mefiboset, con una población estimada de diez mil personas. Es un lugar donde prevalece la maldad; los habitantes se encuentran bajo el dominio de poderes malignos, y sus mentes están siendo controladas por ellos .
Un día, las brujas y las bestias demoníacas llevaron a cabo una operación para destruirme. Creían que era una amenaza, por lo tanto ingresaron al castillo y me escondí. Mi corazón palpitaba a mil por hora. En ese momento escuché un fuerte rugido que ahuyentó a mis enemigos. Me asomé a ver por la ventana y era el León de la Tribu de Judá. Viene de tierras muy lejanas. Había escuchado sobre él antes, pero la comunidad lo consideraba una leyenda. Estaban muy equivocados, es muy real. Él viene a salvar a las regiones que se encuentran siendo oprimidas. Quedé estupefacta, es decir, tenía el privilegio de conocer a su Alteza, aquel que era conocido por libertar naciones, generación tras generación. Su presencia emana una paz tremenda. Me incliné ante él y le dije: "¿A qué se debe el honor?" Él me respondió: "Sol, te conozco, sé por lo que has pasado, lloras sola en este gigantesco lugar, clamas por la liberación de tu pueblo. Estoy aquí para ayudarte." Sopló aliento sobre mí que refrescó mi espíritu y disipó la angustia que había en mi alma. Se quedó a mi lado y me consoló. Me recosté sobre mi amigo, y a partir de allí comenzó a aflorar la esperanza dentro de mí.
Al pasar el tiempo, nuestro vínculo se fue fortaleciendo, nos convertimos en mejores amigos. Mi alegría era inexplicable porque por fin tenía a alguien que me entendiera; ya no era juzgada ni incomprendida. Aunque me pesaba el corazón debido a que los seres malignos seguían por allí realizando actos aberrantes, mi mejor amigo me aseguró que vendría la liberación para mi pueblo. No obstante, aún no era el tiempo, y necesitaría que lo acompañara en esta gran misión. Su poder sobrenatural podría romper con el maleficio y haría pagar a los gobernantes malvados por aprovecharse y engañar a las personas. Mientras tanto, debía ser paciente. Hay mucho más que contar, han pasado muchas cosas desde entonces. Pero será en otra ocasión.
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Aclaración: Los personajes y lugares mencionados son ficticios.