El sufrimiento de Elena - Parte 2
16 Jul, 2024
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Continuamos con la historia de esta muchacha que parecía estar en su mejor temporada, al principio de la convivencia entre Elena y Julián, pretendía ser un sueño prometedor, donde la protagonista disfrutaba de aquel ideal del típico príncipe azul, como lo narran en los cuentos de hadas, y es que su novio se mostraba dulce y atento a sus necesidades, de este modo, acontecieron las circunstancias al cabo de tres meses, no obstante, sabemos que habitar en un mismo espacio con otra persona diferente en carácter, costumbres y cultura puede ser retador. Exigente y perfeccionista era el modo de ser de Julián, además, tenía dos lados opuestos, es decir, siendo cariñoso y temperamental a la vez .

Esto conflictuaba a Elena porque él se imponía con el argumento sobre que trabajaba a diario y esperaba que su casa se mantuviera totalmente limpia, poco a poco la iba subestimando con sutiles comentarios hirientes. Ella se sentía tan insegura, trataba de complacerlo entregando su mayor esfuerzo, más no lo conseguía y esas actitudes la llevaban a pensar que no era suficiente para él. 


En una ocasión decidieron salir al centro comercial, por un minuto Julián tuvo que ir al baño, en tanto Elena veía unos vestidos hermosos en una lujosa tienda de ropa, al regresar su amado, este observó que otro muchacho se acercó a su novia con el fin de conquistarla y obtener su numero telefónico, ante esta situación ella fue amable y le respondió que ya tenía pareja, entonces el chico se alejó, pero Julián hizo una gran rabieta como si fuera un niño pequeño, protestando y diciéndole que era una chica fácil, por más que intentara explicarle lo ocurrido, con tal de que no existieran malas interpretaciones, él no alcanzaba entrar en razón; a partir de esta manifestación de inmadurez incrementó un intenso deseo en de ejercer posesión sobre Elena, puesto que Julián era consciente que ella era muy atractiva y podía ser una amenaza para cualquier muchacho interesado. La veía como si fuese de su propiedad, dando lugar a niveles de toxicidad y celos exorbitantes. Controlaba su teléfono móvil, a donde iba y con quien estaba, por si fuera poco, también la trataba como su empleada, por tener que cumplir con sus caprichos y obligaciones de la casa, cuando algo lo ponía de mal humor, sabía como persuadirla a su conveniencia por medio de juegos manipulables como demostraciones de cariño, diciéndola que en verdad no lo amaba, justificando así sus pésimas acciones. 


Elena realmente lo amaba y se sentía miserable por no poder hacerlo feliz, a causa de su ingenuidad y al ser su primera relación, no sabía como manejar las circunstancias, llevándola a pensar que Julián era el único amor de su vida, y si no lograba que su noviazgo funcione jamás otro chico se fijaría en ella. Un día se reunió con su amiga intima llamada Julia, a quien le comentó los problemas que sucedían en este vínculo, el gran resultado de esta charla es que su querida amiga la convenció sobre las actitudes negativas producidas por Julián no podían continuar, sino que ella debía hacer algo al respecto urgentemente. Con esta iniciativa en mente, Elena lo enfrentó, dejándole bien en claro que no estaría dispuesta a soportar más sus estupideces, en cambio Julián lo tomó como una rebeldía, reaccionó descaradamente con ataques de ira y la golpeó, le dijo que no se atreviera a hablarle de tal manera y no importaba su opinión, haciendo hincapié que era totalmente suya. 


Durante seis meses Elena sufrió constantes actos de violencia, siendo aislada del mundo. En una oportunidad llegó muy ebrio al departamento, en donde le partió la boca de una tremenda golpiza, sin ningún motivo aparente. Quedando tirada en el suelo y llorando desconsoladamente por el dolor. Mientras Julián dormía, rápidamente llamó a su tía, quien era hermana de su mamá, explicándole los hechos, de pronto pasó a buscarla para llevarla al hospital, le insistió en realizar de una vez por todas la denuncia, estando en aquel lugar, inmediatamente intervino la policía, deteniendo a su ex novio porque tenían pruebas contundentes para encarcelarlo hasta la fecha del juicio. 


Horrorizado debido a las consecuencias de los hechos, el Padre de Elena finalmente se hizo cargo de su hija al responsabilizarse por su caso ante la justicia. En tanto el detenido era procesado, Elena se hospedó en casa de la familia de su tía, por dos meses ella quedó devastada, sintiéndose vacía y deprimida, a veces se le cruzaban pensamientos suicidas, que eventualmente ganaron más poder esas voces que le decían que vino a este mundo solamente para sufrir y que no servía para nada en absoluto, induciéndola a que su destino fuese matarse, al ser guiada por estas ideas predominantes, dio el paso a acabar con su vida para cesar la enorme angustia cargada por años. 


Una noche Elena se dirigió hacia el puente de Los Montes Verdes, así por fin podría lanzarse para la muerte la acogiera, mas en ese preciso instante en el que estaba a punto de hacerlo, apareció un ángel del cielo que le expresó estas sabias palabras: "Elena, como mensajero de los lugares celestiales vengo a decirte que tu vida tiene un alto precio, a pesar de lo que has pasado, aún hay esperanza, no todo está perdido, un largo camino te queda por recorrer, mantené la fe, y en los momentos difíciles levanta tu mirada hacia arriba, aléjate de aquí, vamos vete". Ella con muchas lágrimas en sus ojos salió corriendo, sin poder asimilar por completo lo ocurrido, lo bueno es que la paz abundó dentro de su ser. 


Luego de un cierto tiempo, la familia de su tía la reconfortó, cuando se encontraba más calmada y bien anímicamente comenzó a trabajar en una tienda de comida rápida, fue ahorrando para cubrir los gastos de sus estudios universitarios. Había transcurrido un año, condenaron a Julián por los maltratos físicos y verbales, sin libertad condicional. Esta sentencia tranquilizó muchísimo a Elena, pues tenía la certeza de que ya no la volvería a hacer daño. Ingresó a la Universidad de El Mirador, en la carrera de arquitectura, donde conoció a Diego, un chico amigable y tierno, con quien compartió momentos divertidos y se convirtió en un gran amigo, en su fiel compañero de estudios. Durante la mitad de la carrera fueron muy unidos, tanto que ella iba a su casa y sus padres y hermanos la trataban como una más de los suyos. Ambos conocían los defectos del otro, Diego se fue enamorando de su amiga, se animó a confesarle sus sentimientos, ella también sentía algo por él, pero tenía miedo de que la lastimara, desconfiaba que la historia se repitiera. Él no comprendía la magnitud de sus temores porque ella no se atrevió a contarle sobre Julián, quería dejarlo en el olvido. Por un año estuvo insistiendo en que fueran algo más, hasta su grupo de amigos de la universidad esperaban que dieran ese paso. 


Elena con 22 años ya recién cumplidos, reflexionó en el rumbo de su vida y que los fantasmas guardados en su memoria no la podían seguir perturbando por el resto de sus días y se dijo así misma que le daría una chance a Diego, y si no resultaba como esperaba no dudaría en largarse. Además, este conocimiento previo entre ellos dos fue esencial para que iniciaran su relación. Los dos compartían gustos y profesión en común, ambos se graduaron, se casaron, formaron su propia familia. En verdad se entendían bastante bien, lo cual, no lo podía creer, pero era real. A diferencia de Julián, su esposo era alguien muy tranquilo y paciente, emanaba tanta bondad, era solidario con gente de bajos recursos. Tuvieron un hijo llamado Matías, su más grande orgullo, lo amaban profundamente. Elena quería proporcionarle todo el amor que sus padres no supieron brindarle. Por otro lado, no podemos dejar pasar que al encontrarse en un mejor estado económico, Elena se acordó de su hermano y lo pudo ayudar a salir adelante, lo llevó a vivir con ella.


Lamentablemente Julián fue liberado luego de quedar encerrado por ocho años, este hombre psicópata, tenía deseos de venganza, contaba los días para hacerle pagar a Elena, tenía una obsesión enfermiza con ella, tanto que pensaba en que si no podía tenerla entonces ningún otro hombre podría. Investigó cautelosamente a la familia de Elena, sabía donde vivían. Una mañana siguió a su esposo al trabajo, llegó hasta la oficina de Diego, en donde lo disparó con su arma cuatro veces en el pecho, tristemente no pudo defenderse, con total frialdad cometió semejante homicidio. Todos en el edificio escucharon los tiros de bala, la policía logró detenerlo, todo estaba documento mediante las cámaras de seguridad, lo condenaron a cadena perpetua, pudriéndose en prisión por el resto de su vida. Este crimen se conoció por los medios de comunicación en la ciudad de El mirador y en comunidades cercanas. 


El desenlace de la triste vida de Elena, evidentemente que le partió el alma la muerte de su amado esposo, estuvo por mucho tiempo de luto, odió con todas sus fuerzas a aquel asesino que envenenó sus días, sin embargo, su hijo era su más grande tesoro, recordó lo que el ángel le había dicho, pese a la ausencia de su padre, ese niño creció con el amor más inmenso que podría recibir de su mamá, su tío y sus familiares. Cuando Matías ya se volvió un poco más independiente, Elena encontró su propósito de ayudar en fundaciones de concientización y prevención contra el suicidio y la violencia de género, anhelaba que personas vulnerables recibieran una mejor calidad de vida. Cabe agregar que llegó a la conclusión que guardar rencor no le hacía nada bien, soltó el pasado, y aunque la vida fuese complicada, decidió disfrutarla y crear esos momentos valiosos e inolvidables. Elena representa que se puede aprender del dolor y continuar pase lo que pase, la determinación está en uno mismo. 


 


 


Aclaración: Los lugares y personajes mencionados en el relato son ficticios.

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